Segundo libro de esta serie que se inició con "El príncipe cuervo".

Lady Georgina Maitland ha heredado de su tía una propiedad que la convierte en una mujer independiente y por tanto no está obligada a rendir cuentas a ningún hombre. Ha contratado a un administrador para que se haga cargo de la finca y ella simplemente supervisará el trabajo.

Harry Pye ha regresado al lugar donde nació convertido en administrador de fincas, con el paso de los años ha logrado estudiar y hacerse con una posición, gracias a su trabajo, algo impensable para alguien que ,como él, ha nacido del lado equivocado.

Lady Georgina y Harry se dirigen a la propiedad de ella, cuando un accidente con el carruaje les deja tirados en mitad de la noche, sin más que su mutua compañía. Será esta situación la que hará que Georgina se fije en Harry como hombre, puesto que hasta ese momento lo había visto única y exclusivamente como un subordinado, alguien que hacía su trabajo y con el que nada le unía; alguien en quien nunca se le ocurriría pensar en otros términos, para ella era más bien un ser asexuado.

La acusación por parte de Lord Granville de que Harry es la persona que está envenenando a las ovejas del pueblo, hará que Georgina se implique en la búsqueda de la verdad. Intentará ayudar a Harry, puesto que está convencida de su inocencia, pero a medida que avanzan en sus pesquisas y su relación se hace más estrecha, el peligro para Harry es mayor.

Ahora, para los dos, comienza una situación que escapa a su control y que les pondrá en el punto de mira de mucha gente.

El libro me ha sorprendido por varias cosas. La primera es que pocas veces en romántica-histórica, la hija de un conde se siente atraída por un hombre de clase social inferior. Esta diferencia de clases parece un escollo insalvable para mantener una relación. La segunda, que por fin encuentro una escritora que consigue que el malvado de turno se exprese como tal; puesto que muchas veces el personaje al que se adjudica el papel más malévolo "habla" como si fuese Santa Teresa de Calcuta. En este libro el lenguaje que utiliza Lord Granville en determinados momentos raya en la grosería, pero me parece muy adecuado para lo que la escritora nos quiere contar, supongo que no puede deberse sólo a la traducción.

No suelen gustarme los libros en los que la protagonista se empecina en perseguir al héroe, y sin embargo en este caso ha pasado justamente lo contrario; quizás porque el marcaje que le hace a Harry está lleno de dudas e indecisiones, puesto que su experiencia es muy limitada . Él , se deja llevar, puesto que es poco capaz de resistir el acoso y derribo al que ella lo somete, pero en ningún momento olvida que está a otro nivel, y además no entiende que pueda interesarle, puesto que él no tiene nada que ofrecer, quizás es para Georgina ¿un desahogo momentáneo?

Este libro me ha gustado mucho más que el anterior, los personajes están muy bien retratados, la situación me ha parecido novedosa y el planteamiento de la autora consigue dejarte atrapado en la historia. Además la forma que tiene de ligar el titulo con todo el argumento me resulta original. Creo que ha conseguido una historia interesante, en la que la parte romántica está perfectamente engarzada con el argumento. Además no todo está dicho, puesto que la autora nos reserva alguna sorpresa.

Secundarios a destacar, los hermanos de ella, y uno de los hijos de Lord Granville, supongo que algunos de ellos tendrá su propio libro, parece dejar en el aire esa posibilidad.

En resumen, me parece una buena lectura.