Por fin tenemos la esperada tercera novela de la serie Hermanas Davenport. Una serie de tres novelas cortas y que se disfrutan bastante.

En esta ocasión la novela nos cuenta los secretos que esconde Emily, la pequeña de las tres hermanas. Algo bastante interesante que deja con muchas ganas en las dos novelas anteriores.

Emily es la hermana más comedida, sensible y obediente. Sus libros y su casa son su mayor tesoro y todo ello peligra tras la muerte de su padre, lo cual la deja a ella y a su familia en la más mísera ruina. Por eso no duda en sacrificarse de la única manera que puede para salvar a su familia y lo hogar. Aunque tenga que entregarse al mismo diablo.

Claro que no es lo mismo pensarlo que hacerlo, y cuando el diablo en persona aparece en su casa para reclamar su lugar, Emily tendrá que enfrentarse a un tumulto de emociones encontradas.

Ya he contado mucho y no puedo decir más. Al ser una historia corta, ojo con esto que hay tenerlo muy en cuenta a la ahora de leerla y ser conscientes que en apenas setenta páginas no encontraremos una historia muy desarrollada ni un trama demasiado enrevesada, las tres historias son del mismo corte y las tres tienen un final cerrado. Aunque no por ello he notado en ningún momento que a las historias le falte nada. La autora cuenta lo que tiene que contar sin rodeos ni florituras, de una manera intensa y particular.

Así que dicho esto no me queda más que recomendarla y decir que he disfrutado mucho de Emily y su apasionada historia.