Esta es la tercera entrega de la serie Calaveras redimidos y espero que aún queden dos de estos mencionados calaveras, porque me está resultando una serie muy atractiva, llena de aventuras y muy bien ambientada, aunque con personajes inauditos para la época, lo que la hace más interesantes.

Aquí, la autora nos narra la historia de Gabriel, un antiguo marino de la armada real, que debido a que resulta desheredado por un hecho, según su abuelo, deleznable. Al echarle de la marina con deshonor, él se dedicará a los barcos mercantes, hasta que se hace con uno. Es entonces cuando se encuentra con una misión que le hará replantearse su vida tal y como la está llevando.

Esta misión es rescatar de los piratas a una aristócrata muy conocida por sus aventuras y totalmente inaudita para la época que le ha tocado vivir. Aurora es una mujer, decidida, atrevida y que no tiene muy en cuenta la opinión de sus allegados. Pese a ser muy querida por su familia, cuando ésta recibe la notificación de un rescate muy alto les es imposible pagarlo, pero surgirá un suceso que podrá iniciar la aventura de su rescate por Gabriel.

La novela está narrada con una prosa preciosa y emotiva que ha hecho que su lectura sea un gran placer. Las aventuras que corren los personajes, son muy adictivas y te sumerges en la historia casi sin darte cuenta y con mucha pasión sigues todo lo que va aconteciendo. Las batallas en el mar, la supervivencia, después de una gran tormenta, los maravillosos animales que forman parte de todo el entramado y un amor idílico y que crece lentamente en un maravilloso mar que los envuelve la mayor parte de la obra.

Algo más que añadir a todo este conglomerado es la intriga que se gesta, con respecto a un final que se ve decididamente horrible y muy difícil de solucionar, el cual la autora resuelve con maestría e inteligencia.

Hay muchos personajes secundarios. Además de los animales que aparecen y que algunos te llenan de ternura. Constance es la prima y compañera de aventuras de Aurora y, la cual ha sido secuestrada juntamente con ella, es un personaje que se hace muy querido. No puedo dejar de señalar a Susto, el gato del barco. Y, por supuesto al pirata que las rapta y que también viaja con ellos para rescatar a otro personaje. Y no cuento más porque la emoción de ir descubriendo y salvando todos los misterios de esta maravillosa historia, es lo mejor que tiene el libro.

Ya espero con ganas la siguiente entrega que, espero, no tarde mucho.

Muy recomendable.