La bella y miope Catherine Marks es una institutriz que en nada se parece a las típicas solteronas de su profesión. Ella es una mujer independiente, decidida, capaz de defender sus opiniones frente a los demás. Pero, sobre todo, jamás se muestra complaciente con su patrón, Leo Hathaway, Lord Ramsay, a quien se enfrenta y critica en cuanto se presenta la ocasión. Además, guarda celosamente un secreto: hay hechos de su pasado que la avergüenzan y le hacen temer por su destino.

Leo es un hombre culto, divertido e irónico que al heredar un título nobiliario se ha mudado con sus hermanas y cuñados a una hermosa finca. Las relaciones entre Catherine y Leo pasan del constante enfrentamiento a la aceptación de una mutua atracción. Y de pronto, Leo descubre que tiene un problema: si quiere conservar la amada propiedad familiar, deberá casarse y tener un heredero en el término de un año. En la primera mujer en la que piensa es justamente la que lo está volviendo loco.

He cogido con muchas ganas esta novela, pues los tiras y aflojas de ambos protagonistas en las anteriores novelas me han encantado y han hecho de esas escenas cómicas y amenas un deseo mayor de coger una novela romántica. Y ciertamente no me ha decepcionado. Sí que tiene sus pros y contras pero en general no me ha decepcionado.

Para mi humilde opinión es la segunda mejor novela de esta saga, después de la protagonizada por Win y Kev en Seducción al amanecer. No es una gran novela, ni tampoco es la mejor de la autora, pero si es una buena novela que te entretiene y te hace reír. La química de ambos personajes no mengua en ningún momento y los diálogos son amenos y graciosos. Desde luego la autora ha superado el nivel que ha establecido con estos personajes en las anteriores novelas, cosa buena, muy buena.

Lo más pobre de la novela es el melodramático pasado de Catherine, bastante repetitivo en mi opinión, sobre todo la obsesión del villano, que al final se vuelve algo cargante y aburrido. Y lo que menos me ha gustado ha sido el gran cambio que le ha otorgado la pluma a Leo sobre su objeción y negación de casarse en un capitulo para cambiar drásticamente de opinión en el siguiente. No me ha parecido muy creíble esa acción, me hubiese gustado que la autora hubiese metido poco a poco el cambio de manera más pausada, y sobre todo, creíble, porque después de leer en anteriores novelas la opinión tan reticente de Leo sobre el matrimonio y a lo largo de la novela hasta dicho capitulo...demasiado forzado en mi opinión.

Aparte de estas objeciones, el libro ha cumplido con su misión, entretenerme, hacerme pasar unos buenos ratos y desarrollarnos en unos acertados segundos planos al resto de la familia. Si es cierto que me hubiese gustado que Beatrix, ya que es la siguiente protagonista de la siguiente novela, tuviera algo más de protagonismo en esta novela, que la autora nos la hubiera descrito algo más para llegar a hacernos una idea de lo que nos espera en la siguiente novela y no ver a la niña y alocada Beatrix, si no ver a la mujer alocada y amante de los animales.

En resumen: una buena novela que cumple con su cometido a la perfección y que no decepciona. Me gustaría que más protagonistas de Lisa Kleypas tuvieran los diálogos tan divertidos, por cambiar un poco en general, sobre todo en las historias ambientadas en la Regencia.

Esta novela es un ejemplo que me gustaría leer de vez en cuando en las novelas románticas sobre la bella imperfección, como es en este caso que la protagonista tenga gafas. Es la primera vez que leo una novela histórica en la que un protagonista tenga gafas. Si es cierto que algunas novelas el protagonista tiene cicatrices, cojera...pero ellas jamás. Me gustaría leer más novelas con protagonistas así o similar

Mi valoración es de 7 sobre 10