- Romántica histórica
- Indómita
Indómita
Detalles del libro
- Romántica histórica
Los hombres de Roxbury House nº 3
Patrick O’Rourke es un duro escocés, y también un hombre de negocios de éxito, mientras que lady Katherine Lindsey es una bella señorita inglesa, con clase y demasiados años para interesar a los solteros de su círculo. Sin embargo, cuando se ve chantajeada para aceptar un matrimonio de conveniencia con el atractivo escocés, enseñará al que ha de ser su marido otra cara.
Tras la precipitada boda, Rourke la aparta de los refinados y elegantes salones londinenses para instalarla en su castillo de las Tierras Altas de Escocia, un lugar decrépito que se cae a pedazos. Rourke está decidido a domar a su indómita esposa y llevársela a la cama, y para lograrlo, la única guía con que cuenta es un ejemplar de La fierecilla domada, de Shakespeare. Sin embargo, cuando la pasión se desate entre ellos, ¿quién será el domador y quién el domado?
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Mujeres luchadoras en el s. XIX que buscan su independencia y labrarse su propio camino al margen de una manus bien del padre o marido. Ninguna de ellas se amparan en la seguridad y sumisión del matrimonio, todas lo rechazan y huyen de él con pavor. Kate no será menos y se negará durante veintisiete años a la 'tradición' casamentera.
Patrick es un rudo escocés, durante toda su vida ha trabajado duramente, sus manos lo pueden probar, al igual que su cuerpo, que es un mapa de las penurias que tuvo que vivir. Siendo un infante ya vivió tres juicios y casi una condena por traición, libró por bien poco la soga. Latigazos, hambre, burlas... pero por fin logró una estabilidad, su última meta es casarse con una mujer de sangre azul; y ha escogido a Kate, pero no lo tendrá nada fácil.
Entre tiras y aflojas, bromas y venganzas, besos robados y juego sucio, Patrick consigue ponerle el anillo a Kate, y ella, forzada, no se puede negar, todo por el bien de su familia y por su egoísta padre.
Su matrimonio no empieza con buen pie, pero ambos lo intentan, sobre todo él (una vez que comprende que su mujer no es un objeto), intenta entenderla y razonar con ella, pero el pobre siempre acaba metiendo la pata y ella ofendida. El pasado de Rourke vuelve para interponerse entre la pareja, hasta que los malos entendidos casi acaban con ellos.
Un lectura adictiva, innovadora, dulce y exquisita; con una escritura elegante, fluida y ligera, el libro se lee en un suspiro, la historia se queda corta y los protagonistas perduran en la memoria del lector.
El único pero es que no tuviera dos capítulos más al final, me hubiese gustado algunas escenas extra entre ellos.
Para ver el profundo cambio de los protagonistas, sobre todo el de Patrick, solo hay que leer las reglas que plantea al principio y las que establece al final (quien lo lea lo comprenderá).
MUY BUENO.