Qué peligroso es ser un segundón gastón sin recursos y con un padre hasta las narices de gastar los vicios del nene.

Con algo así se encuentra el protagonista de la novela, un hombre que es un heroe de la lucha contra Napoleón pero que tiene que hacer frente a su futuro. Recibe un ultimátum ha de encontrar un medio de subsistencia o casarse con una heredera que sufrague sus costosos caprichos o sus hermanos menores se verán perjudicados.

El decide buscarse la vida y con un amigo y socio emprender la construcción de un canar en la zona de los Picos ( me he acordado de la peli de "Orgullo y Prejuicio" al leerlo). Allí se encuentra con una mujer opuesta a todo lo que el espera o imagina. Una mujer fuerte, decida, con ideales y un desastre total en el vestir. Esto último no solo le exaspera sino que le excita. Se establece en él casi una fijación por su despeinado pelo, sus gastadas y viejas ropas...

Hay una lucha de caracteres, de personalidades opuestas que se atraen a la vez que saben que tienen que enfrentarse por un objetivo opuesto.

Los momentos de humor son numerosos. El padre de ella es un obseso de la botánica que no se entera de más y el ayuda de cámara de él es un personaje maravilloso.

Alistair tiene un trauma producido por la guerra y es en esos días y con ayuda de Mirabel cuando podrá curarse de todo lo que le produce dolor tanto físico como metal. Y ella encontrará la pasión que faltaba en su vida, pero no sin antes luchar porque no es una mujer que se rinda fácilmente.

Me he encontrado con una novela llena de ironía, duelos dialécticos, luchas de poder, luchas internas, traumas a superar, malos malísimos y personajes secundarios para el recuerdo. El principio con un estilo Austen en plan "Orgullo y prejuicio" es genial.

La narración es muy fluida, en ningún momento se me ha hecho pesada y me la he leído en apenas dos días. Me apetecía saber que pasaba con estos dos cabezotas encantadores. Las descripciones del paisaje son geniales y casi estabas allí viendo las rocas, el musgo, los árboles...

Alistair me ha encantado como personaje, me parece un hombre fuerte que lucha con un pasado que pretende olvidar, o por lo menos que no sea tan importante. Solo quiere ser él, y se escuda en ropajes para esconder sus deficiencias que en el fondo no son tales. Y Mirabel tiene la suficiente seguridad, fuerza y descaro para sacarle de su concha y hacerle reaccionar y a la vez que vea la belleza que le rodea.

No llega a la altura de "Abandonada a tus caricias", pero es que eso es muy difícil. Sin embargo es una novela muy agradable de leer y que merece un sitio en las estanterías de las amantes del género y de la autora.

Mi puntuación es un 4 sobre 5 y la recomiendo para este veranito (y para después también).