Kate Bentley es una joven que pertenece a una familia de la nobleza rural londinense. Su vida es un poco complicada y la relación con su familia tampoco es la perfecta, con un padre que está a punto de llevarlas a la ruina, y una madre sumisa, Kate siente que no pertenece a ese lugar, le gusta hacer cosas que no debería hacer una muchacha como ella, y soñar con imposibles.

Su vida comienza a cambiar cuando se cruza en su camino el capitán Kenneth. Un regimiento de soldados que marchan hacia la guerra acampan en el condado durante un tiempo. Y el arrogante y atractivo Kenneth la enfurece y atrae a partes iguales. Haciéndole sentir cosas que ni siquiera sospechaba, poniendo su vida patas arriba, pero con el que sabe no tiene futuro.

Por otra parte el respetable Andrew Wentworh terminará de descolocar su vida...

Una vez más, y aún no se cómo lo hace, la autora vuelve a sorprenderme con esta novela. Sin duda cada una que he leído de ella es diferente, y cuando comienzo a leer una novela suya, no tengo ni la más remota idea de qué me encontraré en el siguiente capítulo. Con ésta de nuevo, me ha vuelto a pasar.

Mi opinión sobre la novela es bastante buena, creo que ha creado una historia superoriginal, metiendo fechas y detalles reales, con una trama bastante complicada y que la ha manejado a la perfección, manteniendo la incógnita de qué pasará y cómo se solucionará todo, enganchándome tanto que la he devorado.

Me ha puesto entre la espada y la pared en varias ocasiones, me ha hecho dudar y no saber por dónde me iba a salir, y aunque en el momento me ha producido un poco de frustración al igual que me ha intrigado, después eso mismo me ha encantado, ya que pocas novelas lo consiguen.

Solo hay un par de detalles del final, que no puedo desvelar porque haría un gran spoiler, pero que pienso es justo decirlo, que esperaba terminara de forma diferente. Y creo que quien la lea me comprenderá.

Por lo demás y en general, me parece una novela excelente.