- Romántica histórica
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La boda de la temporada
Detalles del libro
- Romántica histórica
Libro 1 de la Serie "Plantadas en el altar"
Lady Beatrix Danbury tiene muy claro que se casará con William Mallory. Lo ha amado desde siempre y jamás ha dudado de que era sinceramente correspondida. Pero cuando Will se ve obligado a elegir entre compartir su vida con ella o viajar a Egipto para hacer realidad sus sueños, él no duda en abandonarla dos semanas antes de la boda. Seis años más tarde regresa decidido a recuperarla. A pesar del tiempo que ha transcurrido, Will no ha dejado de amarla ni de desearla un solo día. Pero ahora se encuentra con un «pequeño» problema: Beatrix está prometida con el codiciado duque de Trathen.
Opiniones de los usuarios
Beatrix y Will se han criado juntos , siempre han estado el uno con el otro y su amistad se convierte en amor , así que llega un momento que se comprometen, pero a Will le llega la oportunidad de realizar sus sueños, ir en una expedición a Egipto, le propone a Beatrix que lo acompañe, pero ésta no quiere abandonar a su padre y no quiere dejar la vida que conoce, por lo que anulan su boda y dedicen separar sus destinos.
Han pasado seis años y Will regresa a Inglaterra solo para buscar un patrocinador para que le financie la siguiente expedición, pues está muy cerca de descubrir la tumba de Tutankamon, él considera que pertenece a Egipto, aquí ya no le queda nada.
Beatrix ha pasado cinco de los seis años que Will ha estado fuera, pensando en el momento en que volvería, pero cuando hace un año muere su padre se va con su prima Julia y empieza una nueva vida en la que ya no hay cabida para el pasado, así que aprende a conducir un coche , lleva pantalones y también fuma y además está preparando su boda con el duque de Trathen , que aunque no se aman, saben que vivirán una vida tranquila, con cariño y sin pasión , pero así Beatrix cumplirá su sueño de tener una familia.
El primer encuentro entre ellos no puede ser más desafortunado, ya que Will se cae del caballo cuando se cruza con el coche de Trix , y a partir de aquí empieza una relación de amor-odio , ya que al reencontrarse vuelven a aflorar los sentimientos, que creían haber superado , pero los dos son culpables de su separación y cada vez que se cruzan no dejan de echarselo en cara mutuamente.
En cuanto a los personajes, los protagonistas no son de los que dejan huella, pero disfrutas con ellos y sus diálogos, Will parece que todo se lo tome a broma y Trix es un poco desconcentante, parece muy moderna, pero en el fondo es bastante recatada en sus acciones.
Como secundarios, el duque de Trethan y Julia , que son los protagonistas del siguiente libro y no pueden ser más dispares, o los Marlowe , que ya conocimos en su otra serie.
La novela me ha gustado , aunque no es ni mucho menos lo mejor de esta autora, ni es un tema original, pero si es verdad que es una historia sencilla , de las que se leen casi de un tirón y con la que disfrutas si lo que buscas es entretenerte.
Mi valoración Bueno
Pero claro, no soy imparcial con LLG, me gusta casi todo de ella (hay algunas excepciones).
Es un libro, como la mayoría de los libros de la autora, que simplemente cuenta una historia de amor, sin aderezos de intrigas, suspense, secuestros, robos o asesinatos a resolver, lo cual es de agradecer, ya que se centra completamente en el romance. Y esto es complicado, un libro de solo romance, creo que es difícil de escribir.
La historia que se narra en el libro es un reencuentro entre dos personas que se amaron mucho y se siguen amando pero que cada una quiere algo distinto en la vida, y esto es lo que las separa. Creo que este tema es muy peliagudo porque en el libro hay mucha dialéctica sobre quién tuvo la culpa de la separación, sobre lo que quiere Wi-ill y lo que quiere Beatrix, sobre cómo afrontar la vida sin el otro, etc...y esto a lo mejor ha podido cansar y resultar aburrido, pero mirandolo en retrospectiva me ha parecido necesario todo este discurso.
En relación a los personajes, me ha encantado Wi-ill, su personalidad, distinta a la de cualquier aristócrata, su carisma, sus intereses y por supuesto su amor por Trix.
Es un libro, que tiene muchas cosas a recordar (y que servirían para cualquier concurso trivial), cosas distintivas y características de los personajes, que te hacen no olvidarlos.
Es un libro que en algunos puntos me ha emocionado y el final me ha gustado mucho, la verdad es que no me esperaba que la novela acabase en ese sitio.
Es un libro que recomiendo porque es ameno, entretenido y para las que quieran una historia de "sólo amor", pues aquí lo tenéis.
Y como no podía ser de otra forma, una vez más he disfrutado, me he emocionado e incluso reído con una nueva novela: La boda de la temporada. Novela que da comienzo a una nueva saga, Abandonados en el altar. Como curiosidad tengo que destacar que esta saga nace de Las chicas de Little Russell o Las solteronas. Es lo que se dice en inglés un "spin-off".
A estas alturas, después de tantas y tantas novelas leídas, tal vez sea difícil encontrar una que te sorprenda, de la que puedas decir "es diferente". También porque la realidad es que a veces no son muy diferentes. Pero Laura Lee Guhrke siempre lo consigue. Al menos a mí me lo parece. Es la sensación que me queda novela tras novela.
El punto de partida de La boda de la temporada puede que, a priori, no sea muy novedoso. Will y Beatrix se conocen de toda la vida. Eran vecinos y con el tiempo se hicieron amigos. Pertenecían al mismo círculo social. Se enamoraron cuando aún eran niños y en cuanto tuvieron la edad apropiada, Will le pidió en matrimonio. Todo parecía perfecto, uno de esos enlaces destinados a ocurrir para unir dos antiguas familias, pero poco antes del matrimonio Will recibió una propuesta a la que no supo ni pudo negarse: unirse a una expedición arqueológica en Egipto.
Lo cierto es que Will siempre fue un apasionado de la arqueología. Tal vez fuera un interés muy poco propio de un duque (en aquel entonces el marqués de Richfield), pero sus inquietudes no estaban en el ducado de Sunderland ni en la Cámara de los Lores. Al contrario, las obligaciones de los nobles le asfixiaban. Así que cuando se le presentó la oportunidad de hacer realidad su sueño, quiso que Beatrix, su prometida, le acompañara. Pero ella no aceptó.
Al contrario que Will, Beatrix Danbury siempre tuvo muy claro cuál era el papel que iba a desempeñar en la vida. Siendo hija de un noble, se la educó para convertirse en la esposa perfecta asumiendo sus responsabilidades y obligaciones, no como hizo su madre que huyó con un amante a París para dedicarse a su pasión: la pintura.
Pero seis años más tarde, cuando por fin Beatrix ha superado el dolor por la ruptura de su compromiso, cuando está a punto de casarse con el apuesto duque de Trathen, un hombre con el que le une una visión de la vida muy similar, afecto y un profundo respeto, Will regresa a Inglaterra. Cuando Beatrix se encuentra con él, literalmente, pasa de largo y lo deja a su suerte en un solitario camino. Esta vez está decidida a casarse, esta vez su boda no será suspendida. Nada ni nadie se lo impedirá.
Puede que el argumento no brille por su originalidad, pero lo cierto es que a mí me ha parecido una novela diferente, dulce, divertida y romántica, y la he terminado con una sonrisa en los labios. Es una de las historias de Laura Lee Guhrke con las que más me he divertido y emocionado y, también, una de las que más en vilo me ha mantenido. Lo cierto que ha habido momentos en que no podía imaginar cómo iba a terminar la historia, a pesar de que, de algún modo, puedes suponerlo. Porque el final debe ser feliz, pero con estos protagonistas todo podía pasar.
Una de las razones por las que esta novela pasa a ser una de mis preferidas -con esto no quiero decir ni mucho menos que sea la mejor de esta escritora, pero a mí es una de las que más me han gustado- es la época en que transcurre.
No es una novela de La Regencia. La novela tiene lugar entre los años 1896 y 1901. Recuerdo que la propia Laura Lee Guhrke comentó en una entrevista que le apetecía mucho escribir una novela romántica ambientada en los años 20, pero que, de momento, los editores le habían pedido que continuara escribiendo sobre La Regencia.
No se si esta saga sea un primer paso para dejar atrás las historias en La Regencia, porque desde luego a mí el resultado me ha entusiasmado. Con lo que espero que algún día escriba esa novela ambientada en los años 20. Si La boda de la temporada es un adelanto, yo desde luego la leería.
La primera que aparece Beatrix en La boda de la temporada lo hace conduciendo un coche. La historia tiene lugar en una época en que la modernidad comienza a asomar la cabeza, con la aparición de los primeros coches. Y Lady Beatrix, educada para convertirse en la perfecta esposa de un duque, conduce uno. Pero pese a ello, Beatrix sigue siendo el epítome de la hija de un noble. Conducir es una válvula de escape, una vía a la que su excéntrica y poco convencional prima Julia, la arrastra y al hacerlo, Beatrix se percata de cuanto le gusta.
Y como la época misma, Beatrix es una mujer dividida entre las ancestrales tradiciones y la rigurosa educación recibida, y un mundo lleno de posibilidades más allá de su alcance.
Por el contrario Will que regresa convertido en el duque de Sutherland, lo hace nada más que para cumplir con algunas obligaciones y recaudar más fondos para continuar con las excavaciones en Egipto. Cree estar a punto de desenterrar la tumba de Tutankamon. Desgraciadamente el ducado le ha dejado más deudas que beneficios y tiene que encontrar un benefactor, alguien dispuesto a invertir en la excavación aunque la idea le desagrada.
Sin embargo, y a pesar de tener muy claros sus planes, cuando se reencuentra con Beatrix vuelven a aflorar sentimientos largamente enterrados y con ellos recriminaciones y sueños nunca olvidados.
Otra de las razones por las que me ha conquistado La boda de la temporada son sus protagonistas. En apariencia son un hombre y una mujer que se comprometieron tanto porque era lo que se esperaba de ellos como por amor. Por nacimiento, eran la pareja perfecta, pero además fueron bendecidos con el amor. Sin embargo bajo la superficie son personas que anhelos e ideales, tal vez, poco compatibles. Beatrix sigue las normas, las acepta y no se rebela. Will persigue un sueño y sabe que su felicidad está entre las ruinas de una excavación, no en su ducado. Pero seis años lejos de Beatrix le hacen pensar en muchas cosas y, sobre todo, en ella. ¿Vencerá el amor o los convencionalismos sociales? ¿Podrá más el deseo de una vida juntos que una vida de aventuras?
Confieso que ha llegado un momento en que entendía tanto a Beatrix como a Will. Ésa es otra de las razones por la que he disfrutado tanto leyendo esta historia, puedes ponerte en la piel de los dos.
Si la novela no cuenta con suficientes razones para atraparnos en una vorágine de dudas, encuentros y desencuentros, la presencia de Aidan, el duque de Trathen, añade más. Porque aun siendo el tercero en discordia, lo cierto es que es un hombre leal, honrado, serio y responsable, quien, al contrario que Will, tiene la convicción de saber qué debe hacer y cuál es su deber para con su título. Es por tanto, en algunos aspectos, más afín a Beatrix que el propio Will. Pero en este triángulo intervienen también los deseos y sentimientos. Y cuando Will, Beatrix y Aidan terminan pasando unos días en una casa de campo, propiedad del marqués de Marlowe (el protagonista de Y entonces él la besó), los acontecimientos se desarrollan de un modo un tanto inesperado. Obligados a convivir bajo el mismo techo, Beatrix se encuentra junto a su actual prometido y el anterior. Evidentemente aquí transcurrirán muchas cosas que marcarán el curso de la historia, aunque el final sigue siendo tan incierto o más que al comienzo.
Como menciono al principio esta saga está relacionada con la de Las chicas de Little Russell. En La boda de la temporada aparecen algunas de las antiguas solteronas, como Emma, ahora la marquesa de Marlowe, a las que les une una amistad tanto con Beatrix como Julia.
La boda de la temporada es una novela refrescante, divertida, emotiva y romántica que nos traslada a principios del siglo XX. Nos describe una sociedad en la que con el cambio de siglo se producen grandes avances. La sociedad cambia, así como las personas y es en ese marco -en mi opinión tan atractivo y lleno de posibilidades- en el que se desarrolla la historia de Beatrix y Will. Una historia de segundas oportunidades y de nuevos comienzos; una historia dividida entre dos mundos y dos realidades. En definitiva, una lectura con la que he disfrutado muchísimo y que estoy segura releeré en un futuro muy cercano.
Valoración: Muy buena
Will y Beatrix estuvieron prometidos durante un tiempo pero a pocos meses para la boda Will decide irse a Egipto a buscar la tumba de Tutankhamon. Beatrix se niega a acompañarle por lo que la boda tiene que ser cancelada con el consiguiente escándalo para las familias. Seis años después, cuando Beatrix está a punto de casarse con otro hombre, Will regresa de Egipto…
Al contrario de lo que pueda parecer, Wedding of the Season no es una novela de Regencia. Según la clasificación de All about Romance, sería más correcto situarla en el periodo conocido como Eduardiano, entre 1901 y 1914. Estamos entonces a principios del siglo XX, la protagonista conduce un automóvil y lleva pantalones. Las mujeres empiezan a liberarse y a trabajar fuera de casa y la aristocracia inglesa empieza a perder fuerza frente a la nueva burguesía.
Beatrix está atrapada entre esta nueva sociedad que empieza a ver la luz y las antiguas creencias que todavía consideran que la única salida para la mujer es casarse con un aristócrata. Ama a Will desde niña pero las presiones familiares y sus propios miedos le impiden acompañarle a Egipto. Will es todo lo contrario, aventurero y valiente no duda en dejarlo todo, su hogar y a la mujer que ama, para ir en busca de un sueño: encontrar la tumba de Tutankhamon.
Lo que más me gusta de Laura Lee Guhrke es que siempre introduce elementos nuevos en sus novelas de forma que sus historias por una razón u otra terminan siendo muy originales. Puede ser por la profesión de sus personajes como en su serie de Solteronas, por la introducción de elementos policíacos como en Falsa Inocencia, etc… En este caso lo novedoso es la época en la que está ambientada la historia.
No os dejeis engañar por la simplicidad o lo previsible del argumento, LLG sabe lo que se hace y es una buena escritora, así que además de ambientar maravillosamente sus novelas (y esta es un buen ejemplo), consigue meterte en la historia, te atrapa e incluso juega un poco con tus expectativas al final, en definitiva te intriga de tal manera que no puedes dejar de leer. Puede que haya muchas cosas que mejorar, por supuesto. El cambio de opinión de los protagonistas o el final poco realista si queremos ahondar un poco, por ejemplo, pero si hay que analizar el resultado final a mi me ha gustado y no solo eso, me ha entretenido y ha logrado que termine con una sonrisa de oreja a oreja. Si no pedís más, os la recomiendo.
Si Lisa Kleypas deja algún dia de escribir (y espero que tarde muchísimo tiempo), en mi opinión tiene una digna sucesora.