Es la primera novela que leo de esta autora, no iba con ninguna expectativa y me ha encantado. Su forma de narrar es ágil, con mucha fluidez, atrapándote, y haciendo que desees continuar leyéndola. No se estanca en grandes descripciones, sino que lo que va describiendo lo hace con el afán de que te sitúes y vayas viendo la belleza del entorno que a rodeando a la protagonista (la cual debido a su posición social, nunca anteriormente ha tenido el lujo de pisar esos lugares que él tan acostumbrado está).

La historia comienza con una niña, Lizzie, que cree estar enamorada de su propio príncipe azul, se encapricha de él y así van pasando los años, teniendo ojitos sólo para él, aunque debido a sus diferencias de clase, sea desde la distancia, y muy de vez en cuando.
Es un amor imposible, más que por la diferencia tan grande que hay entre ambas clases sociales, por el sentido del deber de él, Ty. Él es el primogénito y ha sido educado teniendo como prioridad el casarse con una joven que mejore considerablemente las relaciones entre su familia y los ingleses. Es más, está prácticamente prometido, y no precisamente con la típica mujer mala que sólo le interesa el dinero de él, no. Su prometida es buena, además de bonita, no se le puede coger antipatía puesto que realmente no la pintan como la mala de la novela. Quizás sea de lo que más me gusta de esta novela, que no hay buenos y malos, sólo personas con sus virtudes y sus defectos.

La vida de nuestra protagonista se cruza con la de él, de forma irrevocable cuando se ve forzada un día a aparecer en el hogar de él, afirmando que el bebé que lleva en brazos es su hijo. A partir de aquí, es cuando realmente empiezan a conocerse y enamorarse, siempre ambos teniendo muy claro que ella no es una opción como futura condesa… pero sin poder evitar sentir lo que sienten. Ty no soporta la idea de separarla de él, pero siente que se estña fallando a sí mismo, además de a su familia, si mantiene a Lizzir junto a él, teniendo su futura boda tan próxima. Por su parte ella no puede soportar la idea de abandonar al bebé, ni de separarlo de donde pertenece realmente. También a esto hay que añadir el pequeño detalle de que está enamorada desde niña de él.

Estamos ante una novela sencilla, chica sin dinero, criada en una familia cuya prioridad es casar a las tres hijas solteras que tienen, se enamora desde pequeña de alguien inalcanzable. Por su parte él es un hombre que ha sido educado con la responsabilidad de mirar no sólo por su cargo sino también por todos sus hermanos menores cuyo bienestar económico depende en buena medida de su manejo económico, y de formar una alianza a través de un buen matrimonio. Se ve forzado a un matrimonio pactado por los intereses de ambas familias, y que en otras circunstancias no le importaría, a medida que va conociéndola a ella, a Lizzie, se va dando cuenta de que no puede dejarla marchar. Así que se encuentra en el dilema de no saber cómo hacer lo correcto, o qué es lo correcto.

Entre medio encontramos escenas tiernas entre ellos dos, un deseo de poder cambiar las cosas y no saber cómo, dudas, indecisiones, y evidentemente amor.

No sé que más decir sin desvelar la trama del libro, sólo puedo decir que es una novela dulce, sencilla pero no simple y que cuando cierras sus páginas, a mí por lo menos, me ha dejado con la sensación de que realmente se aman. Y aunque el argumento podría parecer bastante trillado, lo cierto es que hay romanticismo y una buena dosis de amor entre sus páginas, yo no necesito mucho más, aparte de que me atrape y me haga sonreir, y esta novela lo ha conseguido. Yo la recomiendo.
Le pondría un 4 sobre 5.