Cuando me hablaron de esta novela me llamó muchísimo la atención, ya que es una historia ambientada en la época de la regencia pero muy lejos de los habituales salones londinenses, si no más bien en mi amada tierra Andalucía. Por lo que en cuanto he tenido la oportunidad no he podido dejar pasar la ocasión y le he tenido que leer.

Y la verdad es que no solo su ambientación me ha parecido original, si no también la historia en sí.

La irrevocable rendición de un duque es una novela corta que se lee en poco tiempo y que atrapa desde el inicio. Sus páginas esconde una historia bastante interesante y muy peculiar de la que puedo decir abiertamente nunca había leído nada parecido.

Samuel Alborada ha visto como de la noche a la mañana si vida se ha llenado de responsabilidades. Su padre acaba de fallecer y en él recae el peso del título junto con las deudas que su progenitor le ha dejado a la familia. Por ello su única solución lo encuentra en una interesante inversión que le cambiará la vida para siempre en todos los sentidos...

Leire Narváez es una mujer que tras el fallecimiento de sus padres ha tomado las riendas de su vida. Contra toda la sociedad y normas de la época Leire lucha para hacerse un hueco en un mundo de hombre. Ella ha seguido con el negocio familiar y ahora está tras un nuevo negocio que tiene muy interesante.

El inicio entre nuestros protagonistas no es muy bueno. A él le pueden los prejuicios y a ella la prepotencia. Ambos son de carácter y están acostumbrados a hacer lo que creen conveniente y entre ellos surge un tira y afloja bastante atractivo envuelto en atracción.

Mi opinión sobre esta novela es bastante buena. Como decía al principio la originalidad de la novela es uno de los motivos por lo que más me ha gustado. Pienso que es muy complicado salirse de ciertos parámetros pero la autora en esta ocasión, al menos bajo mi punto de vista, creo que ha sabido tratar un tema muy real pero complicado en la época y hacerlo con coherencia.

Me refiero a que tanto Samuel cómo Leire tienen sus vidas y un pasado vivido que pesa en el presente. A Samuel cómo hombre todo se le permite pero a Leire por ser mujer, como tantas en esa época, es vigilada y criticada a la más mínima. Es un personaje al que he admirado mucho por su fuerza y tesón.

Por mujeres como ella tenemos hoy lo que tenemos. Porque no me ha costado nada imaginar a Leire Narváez como una mujer de carne y hueso luchando por sus derechos y por su futuro.

En definitiva, una historia que atrapa y que merece la pena leer. Intentaré estar atenta y leer el resto de la serie que tiene una pinta estupenda.