En plena guerra con los ingleses, el clan escocés MacGregor no solo se ven envueltos en dicha guerra, sino también siendo víctima de una traición por parte de algún clan enemigo. Los MacGregor son atacados mientras sirven a su rey, perdiendo así una parte muy importante del clan.

Willow MacGregor, hija pequeña del laird de Meggernie, se ve obligada a huir bajo un disfraz para poder mantenerse a salvo del peligro que acecha a los suyos.

Bajo una situación bastante peligrosa y desesperada, el destino llevará sus pasos a esconderse al lugar donde precisamente se encuentra el supuesto enemigo...

Ewan Campbell, el temible laird de su clan, cae en una especie de embrujo con un muchacho enquencle de ojos misteriosos que acaba de llegar a su hogar. Algo que lo volverá totalmente irritable pues su corazón y su razón, parecen no ir por el mismo camino... Y precisamente no corren tiempos fáciles para él, como para luchar también con la moral y sus principios, sintiendo una atracción inexplicable por ese muchacho...

La historia entre Ewan y Will es perfecta, deliciosa, original, maravillosa y no sé cuántos calificativos más del estilo podría añadir. Porque decir que me ha encantado es quedarme corta.

No paro de pensar que el título de ésta novela le viene como anillo al dedo, porque sin ninguna duda, me ha parecido una auténtica joya.

No conocía a la autora pero tras leer la sinopsis de la novela y enamorarme de su portada, supe que no iba a resistirme mucho tiempo a leerla. Y una vez más mi instinto ha acertado.

La Joya de Meggernie es una novela con una trama de esas que te enganchan y no puedes parar de leer hasta devorarla. Por muchos motivos, por ejemplo que está magníficamente escrita. También porque está contada de forma cuidada y detallada, con una elegancia que la hace una obra magistral.

Tiene un toque de misterio en la trama que te mantiene en vilo en todo momento, pensando y sospechando hasta el final.
Y tiene una historia de amor tan increíblemente preciosa que mi corazón se ha encogido en alguna que otra ocasión.

Esta historia entra en la lista de mis novelas favoritas, y con ella sus protagonistas. Will se ha ganado mi admiración a pulso, a pesar de su juventud y de haber sido la joya de su familia, por lo tanto haber estado siempre bastante protegida, es un personaje lleno de fuerza y coraje. He adorado a Willow de principio a fin.

Y Ewan...que decir de este rudo escocés, pues que a pesar de su fuerte carácter he caído rendida ante él a la vez que Will. Y como no hacerlo si el corazón de este personaje es tan grande como su pecho. Es un personaje que cuesta olvidar, eso seguro.

Pero la autora aparte de hacer estos dos personajes aún más inolvidable, ha creado unas escenas y diálogos entre ellos maravillosos. Tanto que en ocasiones me he encontrado releyendo alguna parte de la novela por tanto que me ha gustado.

Cabe destacar varios de los personajes secundarios que hacen esta historia aún mas especial, tantos los amigos como los enemigos.

Pero sobre todo cierto personaje del que al parecer tendremos su historia (lo cual no me ha extrañado porque tiene un potencial increíble). Se trata de Malcom McGregor, hermano de Willow. Un hombre brutalmente sincero, fuerte y decidido, que tiene puntos muy buenos en esta novela y sé que tiene mucho que contarnos.

En definitiva me ha encantado tanto la historia como la pluma de la autora, la que definitivamente seguiré de cerca a partir de ahora, y espero volver a leerla en un futuro próximo.