- Romántica histórica
- La magia del amor
La magia del amor
Detalles del libro
- Romántica histórica
Ninian Malcolm Siddons vive a las afueras de Wystan y posee un don especial para la magia. Drogo Ives, astrólogo y hombre de mente lógica, es un aristócrata que vive en un castillo cerca de Wystan. Ambas personalidades, tan diametralmente opuestas, se encuentran en un bosque a la luz de la luna y se sienten irremediablemente atraídas. El vínculo que establecen esa misteriosa noche cambiará para siempre sus vidas y las de los miembros de sus extrañas y maravillosas familias.
Opiniones de los usuarios
Nuestro protagonista:
Drogo se nos presenta como un hombre racional y sensato. Carga sobre sus espaldas con la responsabilidad de una prolífera familia y la contabilidad de una herencia que debe alcanzar para todos. A pesar que el don de la fecundidad parece haber sido creado para los Ives, él está convencido, que le está negada la dicha de ser padre. Por lo que se dedica a cumplir con sus obligaciones, sin concederse mayor placer que el estudio del firmamento.
Ninian es tan natural como Drogo circunspecto. Desde el primer momento la autora propicia una atmósfera kármica entre ellos, aderezada con historias de un pasado cargado de misterio. Las particulares circunstancias en las que se ha criado la joven marcan definitivamente sus pensamientos y decisiones. Drogo la atrae poderosamente, y aunque en un primer momento procura rehuirle, terminará por caer en la tentación. Las consecuencias de su rendición determinarán, que tanto Drogo como Ninian, se vean obligados a encontrarse a mitad de camino. Ambos deben aprender a renunciar y, de alguna forma, a vivir un amor.
La gama de secundarios es fructífera y colorista: las familias Ives y Malcolm recogen a miembros de lo más variopinto. Algunos aportan simplemente una nota, y otros en cambio entonan una especial melodía que resulta decisiva para nuestros protagonistas.
La magia del amor nos habla de deber y responsabilidad y al mismo tiempo de sueños y anhelos. Original en la concepción de sus personajes, contiene un sutil toque de humor, que le permite a la autora crear escenas disparatadas de lo más entretenidas.
Lo que menos me convenció fue el ritmo en el desarrollo de la trama: no es constante. Hay momentos en los que se ralentiza y parece que no avanza, volviendo una y otra vez sobre las mismas cuestiones, para a la vuelta de una página volver a coger brío. Aun así consiguió mantener mi atención con lo que la sensación al terminarla no fue mala, y eso que las brujas nunca fueron santo de mi devoción.
Pienso que La magia del amor puede constituir una agradable y divertida lectura; siempre que las maldiciones y hechiceras sean de vuestro gusto particular.