Detalle de la opinión
4.0 2 0.5Buena
Valoración
4.0
Hasta hace muy poco no había leído ninguna de las novelas de esta saga ni de esta autora. Si La heredera domada me gustó, La princesa dormida no ha sido menos.
Con un trasfondo mágico que te envuelve desde la primera a la última página, partiendo de una nueva leyenda celta, la autora teje lo que en mi opinión es una bonita historia de amor.
Tanto la historia de amor de Aedan y Christina, como la antigua leyenda entre un druida celta, el jefe del poderoso clan de los mac Brudei y la princesa tienen un tinte a cuento de hadas que hacen de ésta una lectura muy dulce. Las repercusiones de aquella leyenda alcanzan hasta la época victoriana, cuando se conocen Christina y Aedan, el descendiente de aquel jefe de clan, ahora nuevo barón de Drundennan y la joven anticuaria.
La historia de amor nace poco a poco y página a página ha ido atrapándome pues entrelazada con la trama romántica, están las leyendas que dan origen a incógnitas y subtramas de la novela. Descubrir si las ruinas halladas pertenecen o no al mismo Arturo, si existieron realmente Aedan mac Brudei y Liadan, los protagonistas de la leyenda celta, y la influencia que todo ello puede tener sobre Christina y el señor de Drundennan son los interrogantes en torno a los que gira esta novela que me ha mantenido en vilo de principio a fin. Tal vez no sea emocionante pero en su sencillez y encanto, la lectura ha sido sumamente agradable.
Me gusta mucho la manera de narrar que tiene Susan King, me encanta la minuciosidad y el mimo con que describe la época histórica en que transcurre, como entrelaza historia y leyenda hasta tejer un tapiz mágico cuyos hilos están tan unidos que es difícil diferenciarlos.
Los personajes secundarios que aparecen están muy bien retratados, desde John, el hermano pintor de Christina, pasando por Edgar Neaves, a los hombres de la cuadrilla de Aedan, Hector MacDonald y Angus Gowan, incluso la presencia de Hugh McBride es muy notable a través de sus poemas y testamento. Y, por supuesto, los protagonistas de la leyenda celta, Aedan mac Brudei y Liadan.
En mi opinión La princesa dormida es una novela muy dulce, que narra una bonita historia de amor y leyendas.
Creo que sin duda el personaje más interesante es Christina pues en los momentos en que nos describe cómo era años atrás y cómo es la joven anticuaria, nos permite ver cuan vulnerable es y cómo su matrimonio con el temperamental Stephen la ha marcado como mujer, hasta el punto que ha cambiado su manera de vestir y de comportarse, borrando de un plumazo su vida pasada y tratando de ocultar su lado más sensual.
Por otra parte, de Aedan me ha gustado la lucha que mantiene consigo mismo, entre sus ideales como ingeniero, con lo que desea que el progreso llegue a Drundennan, y el respeto y devoción por la tradición y voluntad de su padre. Ese punto tan moderno en un entorno de tradiciones arraigadas, como sucedió en La heredera domada, me ha resultado muy interesante.
Con el trasfondo de leyendas, tesoros artúricos y maldiciones, con una ambientación mágica y romántica, La princesa dormida me ha parecido una bonita historia de amor, con un sabor a cuento de hadas y una narrativa que incita a soñar y creer en mitos y caballeros legendarios.
Mi valoración es Buena.
Con un trasfondo mágico que te envuelve desde la primera a la última página, partiendo de una nueva leyenda celta, la autora teje lo que en mi opinión es una bonita historia de amor.
Tanto la historia de amor de Aedan y Christina, como la antigua leyenda entre un druida celta, el jefe del poderoso clan de los mac Brudei y la princesa tienen un tinte a cuento de hadas que hacen de ésta una lectura muy dulce. Las repercusiones de aquella leyenda alcanzan hasta la época victoriana, cuando se conocen Christina y Aedan, el descendiente de aquel jefe de clan, ahora nuevo barón de Drundennan y la joven anticuaria.
La historia de amor nace poco a poco y página a página ha ido atrapándome pues entrelazada con la trama romántica, están las leyendas que dan origen a incógnitas y subtramas de la novela. Descubrir si las ruinas halladas pertenecen o no al mismo Arturo, si existieron realmente Aedan mac Brudei y Liadan, los protagonistas de la leyenda celta, y la influencia que todo ello puede tener sobre Christina y el señor de Drundennan son los interrogantes en torno a los que gira esta novela que me ha mantenido en vilo de principio a fin. Tal vez no sea emocionante pero en su sencillez y encanto, la lectura ha sido sumamente agradable.
Me gusta mucho la manera de narrar que tiene Susan King, me encanta la minuciosidad y el mimo con que describe la época histórica en que transcurre, como entrelaza historia y leyenda hasta tejer un tapiz mágico cuyos hilos están tan unidos que es difícil diferenciarlos.
Los personajes secundarios que aparecen están muy bien retratados, desde John, el hermano pintor de Christina, pasando por Edgar Neaves, a los hombres de la cuadrilla de Aedan, Hector MacDonald y Angus Gowan, incluso la presencia de Hugh McBride es muy notable a través de sus poemas y testamento. Y, por supuesto, los protagonistas de la leyenda celta, Aedan mac Brudei y Liadan.
En mi opinión La princesa dormida es una novela muy dulce, que narra una bonita historia de amor y leyendas.
Creo que sin duda el personaje más interesante es Christina pues en los momentos en que nos describe cómo era años atrás y cómo es la joven anticuaria, nos permite ver cuan vulnerable es y cómo su matrimonio con el temperamental Stephen la ha marcado como mujer, hasta el punto que ha cambiado su manera de vestir y de comportarse, borrando de un plumazo su vida pasada y tratando de ocultar su lado más sensual.
Por otra parte, de Aedan me ha gustado la lucha que mantiene consigo mismo, entre sus ideales como ingeniero, con lo que desea que el progreso llegue a Drundennan, y el respeto y devoción por la tradición y voluntad de su padre. Ese punto tan moderno en un entorno de tradiciones arraigadas, como sucedió en La heredera domada, me ha resultado muy interesante.
Con el trasfondo de leyendas, tesoros artúricos y maldiciones, con una ambientación mágica y romántica, La princesa dormida me ha parecido una bonita historia de amor, con un sabor a cuento de hadas y una narrativa que incita a soñar y creer en mitos y caballeros legendarios.
Mi valoración es Buena.