- Romántica histórica
- Luna de agosto
Luna de agosto
Detalles del libro
- Romántica histórica
Un apuesto y patriota aristócrata y una inventora bella y algo chiflada se ven sorprendidos por el amor en medio de la guerra.
Lord Ransom Falconer, duque de Damerell, acude a la casa de Merlin Lambourne en busca del prodigioso artilugio que este reputado inventor está construyendo. Su adquisición podría ser de vital importancia para ayudar a la Corona británica a derrotar a Napoleón. Lo que el aristócrata jamás habría imaginado es que bajo el nombre de Merlin Lambourne se esconde una mujer, una joven brillante y cautivadora que despertará en él una atracción imposible de reprimir.
Para Merlin Lambourne, la interrupción del duque de Damerell supone una gran contrariedad. Una vida dedicada a la ciencia no admite pausas ni intromisiones. Solo cuando el avance de las tropas francesas sea inminente, Merlin aceptará a regañadientes la protección brindada por lord Falconer y se instalará en su finca en el campo para dedicarse plenamente a su invento. Pero el peligro seguirá sus pasos hasta la mansión, donde el duque de Damerell estará dispuesto a arriesgarlo todo, incluso su propia vida, a fin de salvar a la mujer que se ha apropiado de su corazón.
Opiniones de los usuarios
Me gustan los diálogos ingeniosos, el humor y la frescura que la autora adoptó en "El profesor de francés". Es obvio que ha intentado repetir la fórmula en "Luna de agosto" pero lo que ha resultado es una novela ligera, entretenida y poco más. Le he encontrado una tremenda falta de profundidad a los personajes, en especial al masculino (que irónicamente suelen ser el fuerte de Kinsale), me ha parecido que la autora lo hacía cambiar de carácter como de chaqueta y ha hecho que pierda intensidad un personaje que prometía mucho jugo.
Ransom, con su pasado, sus miedos y su fría educación podría haber sido el perfecto héroe-antihéroe de la novela. Pero me parece que Kinsale se ha pasado de "quitarle hierro al asunto". Me ha resultado un personaje desdibujado y ambiguo. ¡No se me malinterprete!, es un personaje estupendo, de una novela estupenda, pero conociendo lo que Laura Kinsale es capaz de crear y viendo la materia prima que tenía, el resultado me parece un pelín decepcionante.
Merlin me gusta más, con su torpezas e inocencia fruto del aislamiento y su alocado ingenio, se hace querer. Lástima que la relación entre los protas resulte tan insulsa...yo diría que más pasional que romántica.
La historia es original, bonita y con escenas románticas estupendas que, posiblemente porque Ransom no terminaba de convencerme, no me han emocionado como deberían.
En definitiva, es una buena novela. Pero no me gusta esta nueva faceta de Laura Kinsale. En "El profesor de francés" jugaba con la ventaja de que los protagonistas tenían un pasado común, su relación ya podía evolucionar y madurar ante nuestros ojos. Pero en "Luna de agosto" la relación me parece forzada, superficial...algo no encaja entre lo que esperaba de los personajes y lo que ellos me ofrecen.
Buen libro, pero lejos de lo que yo espero de Laura Kinsale. 3,5/5
Cuando Lord Ransom Falconer, duque de Damerell, golpea la puerta del desvencijado castillo preguntando por el señor Lambourne, no sabe que su estabilidad emocional va a verse alterada por una serie de sucesos que, al final, destaparan su tan bien guardado secreto.
Lord Ransom, un severo y mesurado aristócrata, es enviado por Su Majestad y los Lores del Almirantazgo para hacerse con un artefacto que les será útil para la defensa del país contra los franceses. Su sorpresa será que la persona inventora y poseedora de dicho aparato, una máquina para volar, no es el señor Lambourne sino la señorita Merlin Lambourne, una fémina que tiende a distraerse con gran facilidad pero con un cerebro ingenioso dentro de esa inocente cabeza de chorlito. Haciendo honor al apelativo que acabo de decir, esta protagonista sólo podía tener una mascota un tanto... digamos un tanto espinosa: un puercoespín. Merlin siempre ha vivido apartada del mundo convencional junto a los gemelos Theo y Thaddeus Flowerdew que la cuidan y ayudan en sus inventos.
Pero no es la máquina de volar lo que Lord Ransom busca. No. Él está convencido. Durante un diálogo que Merlin mantiene con Thaddeus se da cuenta de su verdadero objetivo, una caja para hablar a larga distancia. Cegado por semejante descubrimiento, Lord Ransom sólo tiene en mente proteger a Merlin, ésto, unido a la ingesta de una extraña sustancia, revoluciona su lívido dando lugar a consecuencias que, desde mi punto de vista, son demasiado forzadas y hace del protagonista un muñeco de cartón piedra sin sentimientos que profundicen en la forma de actuar del protagonista, uno de los puntos fuertes de esta autora. He echado en falta la complejidad y la intensa vulnerabilidad que dota, muy en particular, a sus protagonistas masculinos y, en general, a una historia con momentos divertidos que me ha resultado bien llevada hasta el final, exceptuando alguna escena metida a calzador al principio del libro y que me ha puesto "enferma".
Una vez que Lord Ransom logra "llevar" a Merlin a su Mount Falcon con promesas incumplidas, un plantel de secundarios se abren paso en la historia prestando ayuda a Merlin en su afán por construir la maquina de volar a espaldas de Ramson, mientras va perfeccionando la caja de hablar. La madre de Ransom, Lady May, su hermana mayor, lady Blythe, a punto de prometerse con el codicioso reverendo Peale, su manirroto hermano menor, Shelby junto con su bella ex esposa Jaqueline y sus hijos, el tartamudo Woodrow y las gemelas, Augusta y Aurelia, el supuesto infiltrado... Y el otro inventor, Pemminey.
"Luna de agosto" me ha parecido una serie de aventuras e infortunios que me han hecho pasar un rato bastante agradable y entretenido con esa manera tan Kinsale de narrar una historia, para mí, en esta ocasión, demasiado de "opereta". Soy muy cuadriculada, cuando una autora me gusta por ciertos rasgos que caracterizan sus libros, me cuesta trabajo aceptar otros registros que, en el caso de Laura Kinsale, ya dejó entrever en "El profesor de francés". No obstante, la historia me ha parecido singular, como todas las que ella escribe, pero ausente de la austeridad y la profundidad que define sus historias, con un protagonista que me ha parecido del montón pero me ha gustado, y una protagonista un tanto alelada que cumplía su papel. No hay una base verdaderamente creíble en la que pueda definir la relación entre los protagonistas como sentimental, más bien la calificaría de pasional. Ya digo, a pesar de todos los matices que hago, me ha gustado. No sé qué tendrá esta autora que me atrae tanto.
En definitiva, un libro muy recomendable pero teniendo en cuenta que no guarda la autentica pureza de Laura Kinsale.
Valoración personal: Bueno.
El libro está lleno de humor, con escenas a veces un tanto disparatadas gracias a sus originales personajes, pero ya desde el comienzo, cuando conoces a su protagonista, sabes que te vas a reír con este libro.
Ransom Falconer, duque de Damerrell acude a casa del inventor Merlin Lambourne en misión especial a petición del gobierno inglés para descubrir el extraordinario invento que los ayudará en la guerra salvando miles de vidas y que los franceses tanto quieren. No sabe bien en que consiste dicho invento , pero sabe que los franceses están dispuestos a todo para conseguirlo. Por eso llega a casa del inventor con toda la altanería y arrogancia propia de un duque dando por hecho que el inventor colaborará con él , pero lo que el duque de Damerrell no espera encontrar es que Marlin Lambourne no es ningún viejo inventor, sino que es una muchacha despistada y media desarrapada que le abre la puerta y que apenas es capaz de concentrarse más de medio minuto en nada que no sean fórmulas o nuevas ideas para poder hacer que su máquina de volar, vuele.
El primer encuentro entre los dos no puede ser más confuso y accidentado. Merlin es una jovencita demasiado inteligente que no puede dejar de pensar en como hacer volar su invento, siempre ha estado aislada cuidada por su tío abuelo desde pequeña hasta que este muere, aislada de todo, y sin amigos más que dos pares de ancianos que la ayudan un poco con las tareas cotidianas, vive para idear nuevos inventos y poco más.
Cuando Ransom llega a su puerta cree que lo que busca es su invento para volar, pero de forma un tanto casual el duque descubre que el mejor invento que Merlin tiene es una caja para hablar, una caja con la que puede comunicarse con otras personas en la distancia.
Sin pérdida de tiempo Ransom se las ingenia para que Merlin y sus inventos terminen en la mansión ducal rodeados por la variopinta familia del duque, desde su hermano Shelby, gran derrochador, bebedor y jugador, su ex mujer, una actriz que lo abandonó por su vicio al juego, los tres hijos de estos, dos gemelas y un niño con problemas de tartamudeo, la duquesa viuda que adivina cosas, la hermana Blythe, más estirada que el propio duque, su pretendiente, un pedante pastor, y algún invitado más que forman este demencial elenco de personajes.
Ramson queda hechizado en seguida por la original joven, una chica inocente y sin pizca de malicia, que no sabe nada de la vida por haber vivido muy protegida, siempre con los ojos nebulosos con nuevas ideas bullendo en su cabeza, se hace irresistible desde el principio, y aunque Merlin no es inmune al encanto del duque, se resistirá todo lo que puede a lo largo del libro ya que Ransom odia su invento para volar hasta el punto de que le prohíbe trabajar en él, todo lo hace motivado por un miedo personal y el terror absoluto de que a Merlin le pase algo mientras prueba el condenado artilugio. Pero Merlin cuenta con la ayuda de todos los habitantes de la mansión para seguir trabajando en su proyecto a espaldas de Ransom..
Una historia original, simpática y divertida con personajes estupendos y entretenidos que provocan , como ya dije, algunas situaciones absurdas y graciosas, con una protagonista muy despistada que vive en su mundo particular, que va siempre con un mandilón donde en su bolsillo puedes encontrar de todo, desde tuercas, lápices, alicates y su inseparable puercoespín. Una chica solitaria, que siempre ha estado aislada, muy inocente y demasiado inteligente, que cree que su único valor como persona es conseguir que su máquina vuele hasta que se ve en medio de la familia Falconer y empieza a enamorarse de un duque mandón.
Un libro que engancha, entretiene, divierte y te hace pasar un rato estupendo.
Muy bueno.