Esta es la primera entrega de la serie Se busca príncipe, en las que las protagonistas son las hermanas Caufiled, y en este caso la mediana, Arabella.

Arabella y sus hermanas no saben cuales son sus raíces, pero guardan un anillo, que según la profecía que les hizo una gitana cuando eran pequeñas, solo reconocerá un príncipe, que les descubrirá su pasado y que se casará con una de ellas. Arabella siempre ha pensado que sería ella la elegida, así que, unos años después se ha decidido a viajar a un castillo francés a trabajar como institutriz de la hermana de un príncipe, que cree que pudiera ser el que le está predestinado.
Pero a la hora de marchar, le puede su bondad, y por ayudar a unos niños pierde el barco que la tiene que llevar a destino, con su maleta dentro, y si tiene que llegar a tiempo, solo le queda la opción de pedirle al capitán de un barco mercantil, al que denominan El Pirata que la lleve con él.

Luc Westfall, es el capitán del Retribution llamado El Pirata, pero es mucho más que eso, ya que ostenta el título de conde y es el futuro heredero del duque de Lycombe. Después de batallar en una guerra y estar durante mucho tiempo navegando, tiene que volver para hacerse cargo de sus obligaciones. Así que preparando su viaje de vuelta a casa, se encuentra con una institutriz insolente y descarada que le pide ayuda para viajar a Francia, Luc en un principio se resiste, la encuentra demasiado atractiva y sabe que le traerá problemas, pero acaba accediendo y empezarán así una fascinante aventura.

Este es el primer libro que leo de esta autora y me ha gustado, y, si al principio me costó un poco engancharme, luego no podía soltarlo.

Los protagonistas están muy bien construidos y son de armas tomar, ya que los dos tienen un carácter fuerte y son muy testarudos, Arabella es una joven que no está muy dispuesta a aceptar órdenes, es cabezota por naturaleza y tiene muy claro que se ha de casar con un príncipe, así que intenta evitar a toda costa los intentos de seducción por parte de Luc, que no va a cejar en su empeño, ya que la joven le hace sentir deseos de convertirla en su condesa particular.
Pero su relación no es sencilla, los dos tienen secretos que ocultar, y, aunque el deseo da paso al amor, ninguno de los dos lo reconoce en voz alta, y eso les hace distanciarse continuamente , eso si, cuando el peligro amenaza sus vidas, acaban abriéndose el uno al otro y luchar por esa felicidad que les está esperando.

Pero además de los protagonistas, tenemos unos buenos secundarios que los complementan, como es Cam, un pícaro de mucho cuidado, que le da momentos muy divertidos a la historia.

En definitiva, Me casé con el duque es un libro sencillo y ameno, que se desarrolla igual navegando en un barco que en un castillo francés, es una historia que recuerda a las de antes donde no falta la aventura, la intriga, los personajes viles que quieren deshacerse de nuestros protagonistas y que, como pega diría, que a mi la historia de amor me ha resultado un poco insulsa, pero eso es una apreciación personal , por lo demás, recomendable para las amantes del género.