En la vida de Lavinia se cruzan dos personas relacionadas con su pasado: uno de ellos, un viejo amigo de su familia, un hipnotizador, tal como lo fueron sus padres o la propia Lavinia, hecho que se relata en Un pasado Sombrío; el otro, un hombre que la culpó de la muerte de su esposa tras una de sus sesiones. Estos dos encuentros suponen el comienzo de la trama de este segundo libro de la trilogía de Amanda Quick.

Lavinia y Tobias se ven envueltos en la investigación de un asesinato y la desaparición de un brazalete, que al parecer están relacionados, una peligrosa investigación que una vez más pone a prueba su ingenio y en juego sus vidas.

La relación entre Lavinia y Tobias se ha afianzado de una forma visible. Son amantes, la cómoda situación que ellos viven, les permite disfrutar con cierta discreción, pero la complicidad existente entre ellos es más que evidente, y la naturaleza de su relación es más que evidente a los ojos de los demás.

También se consolida su relación a nivel profesional. Ambos trabajan juntos para lograr los mismos objetivos y se complementan a la perfección, si bien, esta relación profesional les lleva a discutir una y otra vez. Tobias intenta proteger a Lavinia de los peligros que una investigación como la que están desarrollando puede acarrear, pero ella no está muy dispuesta a acatar órdenes. Sabe enfrentar los problemas ella sola. Le molesta que Tobias vaya por su cuenta a hablar con personajes poco recomendables, y por ello decide actuar también sin Tobias, cosa que la pone en comprometidas situaciones, y sobre todo, cosa que irrita profundamente a su socio.

Esta historia me gusta aún más que la anterior. De hecho, de toda la trilogía creo que es mi preferido. Una vez más amor e intrigas se entremezclan en una misma historia. Disfruté mucho con su lectura.

La relación entre Lavinia y Tobias me encanta. Es una relación de dos personas temperamentales, que bien pueden mantener una buena discusión como dejarse llevar por la pasión fácilmente. Realmente, creo que puedo decir que esta pareja es una de las que más química y complicidad tienen de todos los libros que he leído. Son perfectos el uno para el otro.

Cabe mencionar la presencia de otros personajes que también estuvieron presentes en la anterior historia. Emeline, la sobrina de Lavinia, y Anthony Sinclair, cuñado de Tobias, dos jóvenes que están decididos a colaborar en las investigaciones y hacer de ello su medio de subsistencia.

Toda la intriga relacionada con hipnotizadores, el asesinato de una joven y una joya robada, está desarrollada de una manera que resulta creíble, y además resulta muy entretenida e interesante.

Y qué decir de alguna de las situaciones en las que Lavinia se ve metida son de lo más divertidas. A las que hayáis leído el libro, quizá recordéis la visita de Lavinia al hipnotizador y el artilugio que éste pretende utilizar con ella.

Si recomendaba la lectura de Un pasado sombrío, debo recomendar esta segunda parte, en la que las relaciones se estrechan y siguen el curso que se espera. Una historia emocionante que deja con ganas de más.

Le doy un 4 de 5.