"Noble de corazón" es la primera entrega de una serie de herederas norteamericas que ha escrito la escritora Julianne MacLean. Los protagonistas son la belleza de Norteamérica Sofía y el atractivo duque James. Una joven enamorada y un hombre en apariencia frío, pero quien se derrite por la joven cada vez que la toca.

Sofía, acompañada de su madre, va de baile en baile en busca de un título. Sus padres quieren que se case bien, y en su país de origen no es aceptada. Tiene una dote magnífica, pero ella lo oculta para poder así escoger entre los nobles sin que el factor dinero sea fundamental. De momento, no se siente atraída hacia nadie... hasta que un apuesto duque se cruza en su camino. Y cuando le va conociendo, va enamorándose del cariñoso y atento hombre.

James es un hombre alto, de mirada felina y que va a lo suyo. Solamente un amigo suyo sabe que está arruinado, y por ello debe buscar una esposa adinerada. Se fija en la hermosa norteamericana, pero la descarta al principio porque no sabe nada acerca de su generosa dote. Pero a medida que va conociéndola, va sintiéndose más atraído hacia ella, y eso le asusta, pues durante toda su vida ha intentado controlar sus pasiones, para no ser como su maltratador padre.

Una vez casados, Sofía descubrirá que James le propuso matrimonio por su dinero, y que nunca la quiso, además de ver su faceta más fría. ¿Podrá derribar el muro tras el que se esconde el verdadero James? ¿Será James capaz de dejar su doloroso pasado atrás y dejarse llevar por sus tiernos sentimientos hacia su dulce esposa?

"Noble de corazón" es un libro muy sencillo, pero no por ello malo. Es más, agradecí poder disfrutar de una lectura sin demasiadas complicaciones, pese al pasado de su protagonista masculino, el frío James. Su ambientación no es llamativa, y las descripciones son las justas (lo que agradezco enormemente). Es el segundo libro que leo de la autora, ya que me leí el segundo sin saberlo. Ambos son muy buenos. El estilo de la autora no es embrollado, y no busca complicar el argumento en exceso.

James es un protagonista un tanto típico: un pasado oscuro, frío, pero todo un seductor con la protagonista. Es muy guapo, y no sigue los dictados de la moda, el va a su rollo. La brutalidad de su padre ha conseguido que James esconda su temperamento, portándose como una roca sin sentimientos, cuando es un hombre apasionado. Y las paga con su dulce Sofía, pero él cree que está protegiéndola de sus posibles estallidos. La falta de dinero le ha obligado a casarse, y eso le lleva a comportarse de forma engañosa con la americana. Pero se redimirá.

Sofía es una muchacha que sabe lo que quiere: casarse por amor, sin que sus pretendientes sepan que tiene mucho dinero. Se fija en James, un duque, para alegría de su madre. Ella cree que él la ama, y por eso acepta su propuesta de matrimonio. Ella nunca sospechó que su reciente marido la había engañado, que sabía que tenía dinero, y además empeiza a portarse con ella con frialdad. Sofía quiere crear un hogar, pero su suegra tampoco ayuda, la trata con desprecio. Solamente su cuñada Lilly será de ayuda.

Mención aparte se merece la madre de James, quien trata muy mal a su nuera, y quien no se lleva muy bien con su propio hijo. Guarda un secreto terrible, lo que en parte explica su comportamiento a lo largo de la historia. Pero a mí no me ha gustado, por mucho que al final logre sacar su mejor lado. Me ha parecido una arpía.

Resumiendo: un libro entretenido, recomendable para pasar un buen rato.

Nota: 4/5.

Primer libro de la serie Herederas americanas.

"No hay nada de malo en que disfrutemos el uno del otro, mientras eso no te forme expectativas no realistas"

Érase que se era... Un guapísimo duque inglés de nombre James que tenía temor, más bien, un miedo atroz a amar y ser amado. ¿La razón? Una dolorosa infancia al lado de un padre violento y una madre agriada. En su propia carne hubo de sufrir nuestro duque la agresividad, la amargura, la indiferencia y la falta de cariño. La niñez marca para toda la vida, dicen. Conforme James fue creciendo, fue levantando muros alrededor de su corazón que le sirvieron para mantener a raya cualquier tipo de emoción. Si evitaba los sentimientos, establecería una diferencia muy notoria entre él y su padre, pues de ninguna manera quería ser como él: un hombre dominado por las pasiones. Mantendría su mente cuerda y su alma a salvo... todos los que dependían de él estarían a salvo.

Pero esos muros que mantenían impenetrable su corazón habrían de sacudirse fuertemente y de forma significativa por una fuerza de la naturaleza llamada Sophia, una hermosa heredera americana que llega a Londres a elevar su posición social casándose con un aristócrata de alto rango... pero sólo lo haría si de por medio existía ese sentimiento tan hermoso y al mismo tiempo tan complejo llamado amor. Y cómo no, si nuestra heredera nació y creció en un hogar cálido, donde todo era transparente y las muestras de cariño eran el motor para disfrutar de la vida.

En fin, que mientras Sophia deseaba prolongar en su matrimonio lo que había vivido con su familia durante toda su vida, vivir el amor, sentir la pasión, James deseaba evitar aquello que podía llevarlo a la locura y a ponerlo en la puerta del infierno; la felicidad. En esta situación tan compleja y tan dolorosa, ¿cómo podrían James y Sophia hacer una vida juntos? La atracción entre ellos es enorme. Sophia siente una enorme curiosidad y un arrobamiento por el impresionante duque, aparentemente imperturbable y que piensa lo que dice. James no puede evitar sentir en sus entrañas el fuego del deseo ante una preciosa heredera, honesta, sin poses y que dice lo que piensa. La conexión sexual se da desde que se miran pero primera vez. ¿Y la conexión del alma? Una vez casados, Sophia no quiere conformarse con las migajas que James pretende darle. Está hecha por y para la pasión, y, decidida como es, sabe que el duque es el hombre nacido para dársela. Lo supo cuando traspasó su coraza y pudo ver su hambre de cariño y su nobleza en lo más profundo de su alma. Y James sabe que Sophia nació para ser suya, única y eternamente suya, lo supo cuando el tiempo le dio la oportunidad de conocerla mejor y comprobar la extraordinaria y generosa mujer que tiene a su lado. La última lección aprendida antes de entregarse a la felicidad: amar y ser amado no denigra ni debilita. Por el contrario, fortalece y bendice.

Preciosa novela de la señora MacLean. Una verdadera montaña rusa emocional gracias a sus trepidantes escenas: El primer baile entre James y Sophia... cuando él le toma la mano y le acaricia la palma con un dedo durante un paseo por el parque... La noche en la que él le dice a Sophia que no la ama... El enfrentamiento entre ambos cuando Lily desaparece... La escena hot en la bañera tras el viaje a París...

Realmente extraordinaria y altamente recomendable.