Nunca juzgues a una dama por su apariencia supone la cuarta y última entrega de la serie "Reglas de los canallas" de Sarah MacLean. En ella conocemos, por fin, la identidad del más misterioso de los socios de El Ángel Caído, el responsable de su fundación, aquel que salvó a Bourne, a Cross y a Temple y los convirtió en sus socios. El que los hizo ricos. Y también quien estuvo detrás de sus felices matrimonios. A lo largo de la saga, Chase se ha erigido como elemento fundamental. Ha generado grandes expectativas... Y eso puede ser un arma de doble filo.

Lady Georgiana Pearson es una mujer que ha tenido que hacerse a sí misma. Hija de un duque y hermana de otro, su destino era casarse con algún caballero de alta cuna y vivir rodeada de lujo y atenciones. Pero su futuro se vio truncado en el momento en que se enamoró de Jonathan y permitió que la sedujera. En el momento en que, con sólo dieciséis años, se quedó embarazada. Obligada a huir y esconderse, aterrorizada por las circunstancias y rechazada por aquellos que antaño la habían adorado, decidió que algún día los dominaría a todos. Algún día ella sería la reina de aquel circo. Y así, entre las sombras, rodeado de secretos, nació Chase.

Duncan West es un hombre poderoso. Dueño de diversos periódicos y publicaciones de importancia, la alta sociedad baila a su son. Él les proporciona cotilleos que leer e, incluso, logra guiar sus opiniones a partir de sus artículos periodísticos. Pero, pese a su importancia, sabe que hay alguien más poderoso que él. Y es que si Chase, el misterioso miembro fundador de El Ángel Caído, no le proporcionara una gran cantidad de jugosa información, él no habría llegado tan lejos. Sin embargo, pese a la estrecha relación que mantienen y que ha llevado a muchos a considerar a West el quinto miembro de El Ángel, jamás se han visto. Su contacto es Anna, la más deseada de las prostitutas del club, una mujer que le atrae y le disgusta en la misma medida. Pero cuando descubre que la mujer que se esconde bajo aquel disfraz de sedas y maquillaje no es otra que la hermosa lady Georgiana, la atracción por ella se dispara. El instinto de protección y las ganas de descubrir sus secretos lo empujan hacia ella. No importa que todo el mundo sepa que Anna es la amante de Chase, ni que puedan peligrar sus tratos con el club. La desea y, por tanto, aquella mujer será suya.

Hacer una crítica de esta novela me resulta bastante complicado. Si bien la historia es interesante, creo que la autora ha fallado de lleno en su planteamiento. En mi opinión, su primer error fue que Chase se "alisase las faldas" al final del libro anterior. Precisamente, lo que hacía fuerte a este personaje era su misterio y creo que debería haberlo mantenido durante la mayor parte de esta última entrega. Si el lector creyera que Anna era, realmente, la amante de Chase, la historia hubiera ganado fuerza. Pero el hecho de que, desde el principio, conozcamos su identidad convierte la trama en repetitiva. Una y otra vez Duncan acusa a Anna de ser la amante de Chase y una y otra vez ella busca excusas, explicaciones ambiguas.

Por lo demás, la trama es 100% MacLean. Personajes secundarios con fuerza que, en ocasiones, ofrecen una visión dulcificada de la aristocracia inglesa, diálogos cargados de humor (en este caso a cargo de la precoz Caroline, la hija de Georgiana) y, por supuesto, la intromisión constante de los demás miembros de El Ángel que le deben un matrimonio feliz a Chase. También asoma Sophie Talbot, una de las "peligrosas hermanas Talbot" que protagonizarán la siguiente serie de Sarah MacLean.

En definitiva, una novela que podría haber sido increíble, pero que, en mi opinión, se ha quedado en "bastante buena". Le doy un siete.

Ya en el libro anterior se dejaba caer que el poderoso Chase es una mujer y efectivamente se trata de Lady Georgiana, la hermana del duque de Leighton, el protagonista de Once escándalos para enamorar a un duque, aquella hermana que huyó a una casa de acogida porque iba a tener un niño.

Lady Georgiana por ser madre soltera se ha visto apartada de la sociedad ha sido vilipendiada y ha encontrado la forma de vengarse de esa sociedad hipócrita que ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo. Conoce todos los secretos de la aristocracia, esa aristocracia que la crítica y que se ensaña incluso con su hija una niña inocente de nueve años.

Por su hija ha pensado que debe casarse con alguien con un título y en el punto de mira tiene a un vizconde al que si se resiste piensa chantajear para que se case con ella, y así poder dar una estabilidad y una familia a Caroline, su hija.
Para ello recurre a Duncan West un miembro del club, propietario de varios periódicos y con el que ha intercambiado esos famosos secretos de sociedad.

Duncan no conoce personalmente a Chase, sus mensajes se hacen siempre a través de Anna una cortesana que trabaja en el club, pero es que Anna, no sólo es Chase es de cara al mundo exterior Lady Georgiana, hermana de un poderoso duque aunque caída en desgracia.

La primera vez que se encuentran en un baile Duncan se siente irresistiblemente atraído por Georgiana, y no duda en utilizar sus periódicos para poder devolverla a la sociedad a la que pertenece.

Duncan un hombre inteligente, atractivo, que se ha hecho a sí mismo, se da cuenta de que Georgina y Anna son la misma persona y no puede evitar enamorarse profundamente de ella, a sabiendas de que no puede ofrecerle nada, porque el también tiene profundos secretos que no deben salir a la luz.

He disfrutado mucho con esta novela me ha parecido la mejor de la serie, por la complicación del personaje femenino, jugando a tres bandas, Georgiana, Chase y Anna, pero ante todo una madre luchando con uñas y dientes por el porvenir de su hija.

Me sorprendí agradablemente cuando me di cuenta de que era aquella niña, que se había cargado la reputación intachable del duque, incluso llegando a perder a su prometida y creo que la autora ha sabido crearle una historia propia muy interesante.

Por otra parte Duncan es un protagonista muy adecuado para ella, no tiene título, pero en definitiva ostenta el cuarto poder: la prensa, no hay secreto que no conozca, además es un hombre surgido de la nada, ni siquiera el poderoso Chase sabe nada de él, excepto que tiene una hermana quince años más pequeña por la que se desvive.

La autora ha sabido describir muy bien la atracción que sienten los dos desde el primer momento, sus conversaciones son inteligentes, no se hacen pesadas en absoluto, además están continuamente arropados por los otros miembros del club, los protagonistas de los anteriores libros de la serie, junto con sus respectivas esposas, que le dan una aire cercano y divertido a la historia, con sus continuas pullas.

Lógicamente, tiene un poco de intriga provocada por el malo de turno, Lord Tremey un hombre muy poderoso, consejero del rey y que conoce los secretos de Duncan.

Si hay algo que no me ha terminado de convencer en esta historia es Caroline, la hija, que me ha parecido demasiado precoz, para sus nueve años.

No sé si será el final de la serie, por lo menos aquí en España, porque he visto que hay un libro sin traducir, pero desde luego este parece un broche final muy logrado.