Jason Moran es uno de tantos inmigrantes irlandeses afincados en Boston a finales del siglo XIX, concretamente en el periodo entre 1875 y 1880, que es cuando tiene lugar esta historia.
De origen muy pobre, hijo de un simple vendedor irlandés, Jason ha luchado con denuedo por estudiar, aprender y ser aceptado en la comunidad más influyente de Boston. Y lo ha logrado. Ocupa una posición social privilegiada y goza de una situación económica envidiable. Tanto es así que es considerado un buen partido para los padres de las jóvenes casaderas de la alta sociedad bostoniana. Pero Jason Moran supo desde el momento en que vio a Laura Prescott por primera vez, que era ella y solo ella, la mujer que quería como esposa.

Los Prescott son una de las más familias más respetadas e influyentes de Boston. Cuando Hale Prescott y Jason Moran se hicieron amigos, éste pasó a formar parte del grupo de asiduos y conocidos de los Prescott. Así fue como conoció a Laura, que en aquel entonces tenía quince años.
Unos años más tarde la tímida y respetada señorita Laura Prescott y el ambicioso irlandés se casaron. Pero aun cuando pareciera que lo tienen todo para ser felices, la realidad es que, tras apenas unos meses de matrimonio, ni uno ni otro lo son.

Aunque soy una de las lectoras incondicionales de Lisa Kleypas, no había leído esta novela corta hasta estas Navidades. Lo cierto es que la descubrí casi por casualidad, mientras buscaba novelas de temática navideña. En su idioma original puede encontrarse en la antología Gifts of love, que incluye otra historia de Kay Hooper. Pero por fortuna para las lectoras españolas ahora va a publicarse en español. Así que, ¡por fin!, estará al alcance de todas las lectoras.

Me bastó con leer la sinopsis para enamorarme de esta pequeña novela. La realidad es que sólo mi intuición y ser -como digo antes- una de las fieles lectoras de Lisa Kleypas, fueron suficiente para que deseara perderme entre sus páginas.
Para quienes conocéis de sobra la obra de Lisa Kleypas, sin duda recordaréis a un irlandés orgullo y ambicioso, Zachary Bronson. No lo pude evitar y pensé inmediatamente en él. Sin embargo son personajes que aún teniendo mucho en común también son muy diferentes. Y sus historias son como la noche y el día.

Mientras Zach se desvivía por Holly (para quienes no conozcáis esta novela son los protagonistas de Donde empiezan los sueños), Jason cree poder comprarlo todo y a todos. En su opinión, los Prescott podrán ser una de las familias más respetadas, encumbradas y poderosas de Boston, pero no pueden permitirse rechazar la propuesta de matrimonio de un irlandés cuya fortuna es aún mayor. Así que no le sorprende en lo más mínimo que Prescott aceptara casar a su hija menor con él. Lo que él no sabe es que Laura pudo negarse y no lo hizo, pues deseaba casarse con él.

Como todas sus hermanas, Laura fue criada por una madre reprimida, moralista y herida por las infidelidades de su marido, así que creció muy protegida. En exceso. Al ser su marido un hombre de mundo, experimentado y un tanto rudo, se siente un poco intimidada. No sabe como ser una buena esposa ni como complacer a Jason. Y eso le hace sufrir pues, pese a lo que todos puedan pensar y pese a que, en el fondo, es prácticamente un desconocido para ella: Laura Prescott está enamorada de Jason Moran.
De Jason mejor no os cuento nada más. Basta con que sepáis que es un irlandés cabezota y orgulloso, basta con que recuerde que proviene de las más absoluta pobreza y que, en el fondo, es un hombre con un gran sentimiento de inferioridad y de culpa.
El resto surge solo. De estos personajes, del entorno en que acontece su historia y con una época especial como telón de fondo: La Navidad.

Creo que Rendición es una preciosa historia de amor, maravillosamente escrita, con una ambientación cuidada y correcta -tal y como suelen ser las novelas históricas de Lisa Kleypas- romántica y con esas escenas que se graban a fuego en tu memoria. ¿Los personajes? Creo que se puede intuir que son de los que se ganan un pedacito de tu corazón. Laura es una joven tímida pero valiente y, sobre todo, una mujer enamorada. Jason es tozudo, arrogante pero también vulnerable. Confieso que, como la mayoría de protagonistas masculinos de Kleypas, Jason Moran resulta inolvidable.
¿Una pega? Sin duda que no se trate de una novela extensa. Para mí es la única pega posible.
Una historia preciosa, para releer y guardar en un lugar especial.