Es el primer libro que leo de ésta serie y es el segundo por lo que he podido comprobar. Mary Balogh es una de mis escritoras favoritas en lo que a regencia se refiere. Aunque no sé si es porque siempre tengo un listón alto para ella, que con éste me he quedado un poco decepcionada.

Jasper Finley, barón de Montford es un libertino popularmente conocido en la sociedad. Sus innumberables desfachorías no tienen fin, hasta que el día de su vigésimo quinto cumpleaños le proponen seducir a una virgen de virtud incuestionable. Algo impensable hasta para el peor de los calaveras, pero Jasper es incapaz de acobardarse ante un reto. La elegida es Katherine Huxtable. Pero no todo transcurre cómo él esperaba y retrocede en su apuesta quedando humillado. Años después de un encuentro desastroso, Jasper decide de nuevo hacer una apuesta con Katherine poniendo en peligro su soltería y quizá el corazón de ambos.

Reconozco que me he enamorado del personaje de Jasper. Es un pícaro desvergonzado, sarcástico, un auténtico calavera pero en el fondo tiene su corazoncito. La relación con Kate es un constante quebradero de cabeza, para los dos y para mí también. Cuando parece que están a punto de avanzar, ya sea uno u otro retroceden dos pasos. Me enervaba y tenía ganas de tirarles una piedra (algo totalmente imposible). Aunque comenzaron con mal pie, me gusta el avance de su relación, y creo (al menos no recuerdo ninguno) que es el primero en el que se ve al protagonista cómo se va embobando cada día de la protagonista (valga la redundancia).

En cuánto a Kate, es un personaje que a veces odio y otras me encanta. Entiendo la postura de ella al estar reacia con Jasper, pero para mi gusto lo hace sufrir demasiado alargando demás la historia. Lo que me desespera es la risa fácil que tiene con respecto a Jasper. A veces, incluso parece tonta con tanta risita. Tampoco me ha gustado cómo de un momento a otro se declaran y creen en el amor que ambos se profesan. Vale, que está más que claro que se quieren, pero me pareció muy ... soso. No, ésa no sería la palabra. No sé cómo describirla la verdad.

En cuánto a la trama me ha parecido entretenida. No sólo nos cuéntan sobre la apuesta, aunque ambos son muy dados a retarse y eso me gusta. Como siempre, Mary Balogh, nos deleita con unas descripciones bien definidas y ricas en detalles. La descripción de la mansión y el lago, es sencillamente perfecta. Los diálogos entre ambos protagonistas es estupenda. Cargados de ironía y humor no he podido evitar reírme. La química se palpa casi desde el principio.

Otra cosa a destacar son los papeles de los secundarios, bastante importantes en mi opinión, y que seguramente parte de ellos tenga su propia historia.

Vanessa y Meg son las hermanas mayores de Kate. Nessie , apodo de Vanessa, está casada con Elliot y ya tienen su propia historia. No aparecen mucho en ésta. Por su parte Meg, es la soltera, y una chica muy amigable pero distante. Luego le sigue Merton, su hermano menor y el que ha heredado el título de conde recientemente. Es amigo de Jasper, y desea que Kate tenga una vida feliz.

Charlotte, es la hermanastra de Jasper, y está bajo la tutela de éste. Ella idolatra a su hermano y él por su parte igual, aunque no lo demuestre de la misma manera. Y ahora es cuando entran en acción la "rama" de la familia "tocapelotas". El primo de Charlotte, Clarence y su madre , pero que no tienen vínculo de sangre con el protagonista. Ellos quieren tener bajo su tutela a la hermanastra de Jasper para así controlar su herencia. Debo decir que el personaje de Clarence y su madre me han parecido aparte de odiosos, bastante repugnantes. ¡No los soporto!

Terminando ya, es un libro que aunque me ha entretenido, me he divertido pero sigo creyendo que le falta algo. Aún así es una historia que merece la pena.

Segundo libro de la familia Huxtable, esta vez le toca a Katherine, que no era de los personajes que más me llamaban la atención de esta familia, aunque el argumento pintaba muy bien y por supuesto es la Balogh, que suele encantarme.

Katherine es una joven que no encuentra el amor, y que piensa que no es capaz de sentirlo por nadie ya que a pesar de tener varios pretendientes, nunca consigue que ninguno le despierte sentimientos profundos, eso pasa hasta que una noche se queda a solas con el barón Montford, un proclamado libertino y juerguista que ninguna madre quiere cerca de su hija.

Jasper como dicen las malas lenguas, es un granuja disoluto que nada le importa, se pasa los días de juerga y haciendo apuestas absurdas con sus amigos, una de ellas consiste en acostarse con Katherine antes de unas semanas a pesar de que es la hermana y la prima de dos de sus buenos amigos.

Sin conciencia ni pudor acepta el reto y Katherine no se resiste demasiado, pero en el último él no consuma la seducción perdiendo así la apuesta.

Tres años más tarde los dos vuelven a encontrarse en Londres, Katherine aún se siente humillada por la apuesta y él sigue siendo el mismo de siempre.

Jasper es un hombre que no se toma nada en serio, sólo se preocupa por su hermanastra y que esta no caiga en las garras avariciosas de su tía, pero cuando vuelve a ver a Katherine la atracción de los dos sienten vuelve a surgir provocando una situación que ninguno de los dos quería.

El personaje de Jasper no ha terminado de gustarme, esa manera de no tomarse ninguna conversación en serio, como no le importa mucho los sentimientos de Katherine al menos en un primer momento... Aunque cuando se va revelando la atormentada niñez a la que fue sometido, se comprenden muchas cosas, como la máscara que se pone ante el público, como nunca deja ver lo que siente o quiere, o como le dice Katherine, ni siquiera se gusta a si mismo.

Y Katherine como ya me esperaba, no me ha terminado de convencer, se ríe muy fácilmente antes las tonterías de Jasper, y no opone apenas resistencia aún sabiendo como es y lo que hizo años atrás.

Pero de todas maneras es una historia bonita , que se lee bien, pero que en comparación con el anterior libro, me ha decepcionado un poco. Y es buena porque los personajes de la Balogh siempre suelen ser diferentes y complejos, y en este libro va relatando la infancia de Jasper con pequeñas pinceladas aquí y allá que te hacen comprenden mejor al personaje pero que no desvela todo de golpe ni al principio de la historia, y como Katherine va comprendiendo y amando al hombre que se oculta tras la máscara auto impuesta. Además volvemos a encontrarnos con el resto de los hermanos y el primo Con y con la promesa de futuras historias.

Mi valoración: Buena