Catherine sufre amnesia, ha estado desaparecida de su casa durante cinco años y ni siquiera está segura de quien es , salvo por lo que le dice su abuela que la encontró en Italia y la llevó de vuelta a su hogar, tiene la sensación de que no le está diciendo la verdad y se siente una impostora.

Lachlan MacDonald está buscando a Raonaid , la bruja que lo maldijo hace tres años y cuando encuentra a Catherine piensa que es ella la causa de sus problemas, pero al ver que no lo puede ayudar emprenden camino por Las tierras altas en busca de respuestas.

Durante el camino Lachlan irá dudando si realmente es Raonaid , pues no concuerda para nada con la imagen de bruja rencorosa que tiene de ella, a parte poco a poco irá sintiendo una pasión hacía Catherine, pero sabe que no puede haber nada entre ellos debido a la maldición.

Este es el tercer libro de la serie , aunque no he leído los otros dos y este está relacionado con ellos se puede leer independientemente , ya que aclara ciertos puntos y no continúa.

Los protagonistas no me han acabado de convencer , a mi me encantan los highlanders ,son brutos arrasan por donde pasan por su fortaleza y siempre acaban mostrando su lado tierno y con Lachlan no he tenido esta sensación, quizás por que el libro en si tampoco tiene nada de acción , en cuanto a Catherine, es fuerte y decidida en cuanto a conquistar a Lachlan se refiere, pero tampoco me ha calado.

He leído algún libro más de esta autora y no puedo decir que estén entre los libros que recuerdo con más cariño, ya que sus historias me resultan un tanto frías y los personajes no me llenan .

En definitiva es una novela sencilla , entretenida, que si me ha mantenido enganchada ha sido por llegar a conocer el pasado de Catherine , por que me hubiera gustado más ir sabiendo poco a poco de su pasado y no llegar al final y ver que se soluciona todo muy rápido.

Mi valoración 3/5