- Romántica histórica
- Susurros de pasión
Susurros de pasión
Detalles del libro
- Romántica histórica
Cuando Lady Camelia Marshall se entromete sin ser invitada en el laboratorio londinense de Simon Kent con una proposición de negocios, ella encuentra que el famoso inventor no es en absoluto como ella se había imaginado. Distante de ser el erudito de edad avanzada que ella esperaba, Kent tiene un aspecto desaliñado y... sorprendentemente musculoso y decididamente interesante.
Camelia le pide que le ayude a seguir los descubrimientos arqueológicos que su padre no pudo terminar y que podrían dar a conocer al mundo los secretos de una cultura antigua y las pinturas rupestres misteriosas de la Tumba perdida de los Reyes.
Aunque intrigado por la belleza poco convencional de Camelia, Kent no puede entender por qué debe dejar sus investigaciones para dedicarse a excavar en tierras africanas.
Pero mientras Simon no es consciente de la magnitud de la proposición de Camelia, inmediatamente, otra persona lo hace: alguien dispuesto a viajar tan lejos y sortear todos los peligros necesarios para detener las investigaciones de Camelia...
Simon Kent, seducido la belleza y la personalidad indómita de Lady Camelia, se encuentra inmerso en una aventura arriesgada que lo dirigirá a un paraíso asombroso que él nunca se podría haber imaginado.
Opiniones de los usuarios
Esta novela ambientada a finales del siglo XIX está estructurada en cuatro partes, una novedad que no había encontrado en otras novelas de Karyn Monk. La primera parte que es al mismo tiempo la más larga, El lenguaje del corazón, discurre exclusivamente en Londres; la segunda, El viento oscuro, durante el regreso a África en un barco de Jack Kent; la tercera, El resplandor de las llamas, es apenas algo puntual, pues consta de apenas una decena de páginas, y narra los problemas en el campamento de Pumulani; y por último la cuarta parte, Susurros de pasión, que es la que da título a la novela y es algo así como el desenlace entre lo que cada uno siente y la labor que han ido a realizar.
Camelia estaba desesperada, y no le importaba si lo que hacía era correcto o no. Así que de una patada se introduce en la casa del afamado inventor Simon Kent, el único del que podría recibir algo de ayuda. Sin embargo, la irrupción de la joven mientras prueba un nuevo experimento similar a una lavadora no puede ser más inoportuna, terminando la ropa mojada volando por los aires, la joven en el suelo entre un revuelo de enaguas y los muebles y proyectos esparcidos por el pavimento. Con tal mal comienzo es difícil convencer a un joven, que no busca fama ni dinero, para que le realice una bomba de agua que le ayude en su excavación. Con la negativa de Simon, la joven no puede sino abandonar la casa de Kent con el proyecto del dibujo oculto en su ridículo.
Pero parece que a la joven la persiguen aún fuera de Pumulani y se verá asaltada en un oscuro callejón por dos hombres, Stanley y Bert, contratados para amedrentarla e impedirla el regreso a Suráfrica. Sólo la inesperada aparición del inventor la hará salir airosa del problema.
Cuando alguien destruya la casa y el laboratorio de Simon los proyectos de sus últimos once años desaparecerán. Sin nada inminente que ocupe su tiempo decidirá acompañar a la joven a Pumulani y construir la ansiada bomba de agua que Camelia necesita en la excavación. Pero hay alguien decidido a sabotear el campamento y su búsqueda de la tumba de los reyes. Tras muchos problemas, un inesperado descubrimiento cambiará el destino de ambos.
Dejaré que las lectoras que lean la novela averigüen si descubren o no la tumba, y quien es el noble empeñado en hacerle la vida imposible a la joven.
Me ha resultado una novela muy entretenida. Prácticamente no decaía la acción en ningún momento. Solamente en el barco la trama ha sido un poco más relajada; en el resto de los escenarios siempre había algo que modificaba la acción haciéndola divertida, inesperada y amena. Si no eran los matones los que habían ideado un nuevo sabotaje, eran los animales de la joven decididos a dar más de un susto...
En cuanto a los protagonista, Camelia es una tozuda mujer de veintiocho años, orgullosa, bella y sensual, obsesionada por cumplir el sueño de su padre. Prácticamente su vida ha girado en torno a eso. Se presenta en Londres con una singular compañía. Un hombre africano de ropas y porte llamativos llamado Zareb, un travieso mono que responde al nombre de Óscar, un Turaco de plumas vistosas llamado Harriet y una serpiente tigre amarilla y negra con el nombre de Rupert. Su estrafalaria compañía, y su profesión, no consiguen atraer las simpatías de la rígida sociedad londinense.
Simon, a pesar de haber cumplido ya treinta y cinco años, sigue arrastrando su pasado. Algo que la alta sociedad no está decidida a olvidar. Sin embargo, su inteligencia y el amor de sus padres adoptivos, le permitieron dar rienda suelta a su inteligencia. Pero no busca dinero ni fama con sus proyectos, sino mejorar las condiciones de vida de sus familiares y amigos y de tantas personas que se ven obligadas a un esfuerzo sobrehumano para sobrevivir. Así se dedica a construir exprime limones, friegasuelos, lavadoras, bombas de agua... hasta más de doscientas patentes registradas por sus hermanos que desean que sea reconocido el esfuerzo y la inteligencia de Simon.
Entre los secundarios contamos con Oliver, que le seguirá en sus aventuras por tierras africanas, Doreen, Eunice, Genevieve, Haydon, Jack (en cuyo barco viajarán), y sus hermanos Byron, Frances y Melinda. También hay un viejo amigo de Camelia, Elliot, cuyo papel en la historia es algo más que el de un viejo amigo de juventud.
En fin, Susurros de pasión es una historia que merece ser leída y a la que puntúo como muy buena.