Detalle de la opinión
4.8 2 0.5Segundas partes sí son buenas
Valoración
4.5
Es el segundo de una trilogía y si no habéis leído el primero, he de decir que debéis hacerlo antes de adentraros en este porque si no estaréis descubriendo spoiler tras spoiler.
Es un Friends to lovers con guiños a Jane Austen desde el nombre de la protagonista, Emma y en su consideración del amor.
El mensaje principal es que debemos tener los ojos bien abiertos al amor, porque puede estar mucho más cerca de lo que creemos. Y que a veces basta un instante para que alguien a quienes no habíamos visto como algo más, lo sea.
Junto a ello, he de advertir que os vais a enamorar de John y su manera de amar, para nada egoísta, a pesar de que él crea que sí. Es un blandito cuyo rasgo a destacar es que escribe todo lo que piensa y siente en sus diarios, rompiendo estereotipos que asocian este hábito con las mujeres.
Además de eso, hace un fiel retrato de la época y en la encrucijada social a caballo entre el anquilosante protocolo del rancio abolengo y los cambios preindustriales.
Y también hay espacio para la denuncia del machismo y sobre todo, para que nos demos cuenta de que, hay aspectos en los que, desgraciadamente, no hemos cambiado tanto.
Sí que me hubiera gustado ver de modo más evidente el cambio de perspectiva de Emma, pero por lo demás, me ha gustado mucho. Ah bueno, y huelga decir que espero con muchas ansias el libro de Helen porque vamos a arder. ¡Madre lo que se viene!
Es un Friends to lovers con guiños a Jane Austen desde el nombre de la protagonista, Emma y en su consideración del amor.
El mensaje principal es que debemos tener los ojos bien abiertos al amor, porque puede estar mucho más cerca de lo que creemos. Y que a veces basta un instante para que alguien a quienes no habíamos visto como algo más, lo sea.
Junto a ello, he de advertir que os vais a enamorar de John y su manera de amar, para nada egoísta, a pesar de que él crea que sí. Es un blandito cuyo rasgo a destacar es que escribe todo lo que piensa y siente en sus diarios, rompiendo estereotipos que asocian este hábito con las mujeres.
Además de eso, hace un fiel retrato de la época y en la encrucijada social a caballo entre el anquilosante protocolo del rancio abolengo y los cambios preindustriales.
Y también hay espacio para la denuncia del machismo y sobre todo, para que nos demos cuenta de que, hay aspectos en los que, desgraciadamente, no hemos cambiado tanto.
Sí que me hubiera gustado ver de modo más evidente el cambio de perspectiva de Emma, pero por lo demás, me ha gustado mucho. Ah bueno, y huelga decir que espero con muchas ansias el libro de Helen porque vamos a arder. ¡Madre lo que se viene!