Por mandato del Rey Enrique VII de Inglaterra y con el objeto de favorecer la paz entre ingleses y escoceses, Browyn, jefa del clan McCarran debe casarse con Stephen Montgomery, noble inglés de familia de gran linaje. Browyn, que odia a los ingleses, ya que asesinaron a su padre y mataron a muchos de sus hombres, no acepta la boda. A Stephen tampoco es que le entusiasme demasiado casarse con ella, ya que la considera una mujer horrible, pero debe obedecer las órdenes de su rey. Sin embargo cual no será su sorpresa cuando descubra a Browyn y quede cautivado por su belleza.

A pesar de todas las objeciones, la boda se celebra. Aunque Browyn odia a Stephen no puede resistirse a él, por lo que se convertirán en amantes por la noche y enemigos durante el resto del tiempo. Poco después se trasladan hacia las Highlands, a las propiedades de Browyn. Allí Stephen pondrá todo su empeño en integrarse entre sus miembros; ya que va a convertirse en jefe del clan quiere hacerlo lo mejor posible. Así adopta el atuendo escocés, aprende la forma de luchar de los highlanders e intenta dejar a un lado sus costumbres inglesas. Incluso con todos estos esfuerzos, Browyn sigue odiándole y viéndole como un enemigo.

Stephen decide llevar a Browyn a Inglaterra para que conozca a su familia. Durante el viaje deben sortear algunos obstáculos: Sin embargo, esto no solo será un viaje de Escocia a Inglaterra, sino un viaje interior, en el que ambos aprenderán a conocerse.

Segundo libro de la Saga Montgomery, una de las más destacadas del género romántico, escrita por Jude Deveraux, y asimismo segundo de la serie Audaz (o Velvet como se denomina originalmente en inglés), en la que se narran las aventuras de los hermanos Montgomery en la época de Edad Media. Mereció el premio Romantic Times a la mejor serie de ficción histórica.

Comienza la historia con un matrimonio concertado y nada menos que entre un inglés y una escocesa; teniendo en cuenta los enfrentamientos que había entre ambos pueblos la tensión está asegurada. Y eso es lo que sucede desde un principio, entre Browyn, que odia todo lo que sea inglés y por lo tanto a su futuro marido, y entre Stephen, que no soporta el orgullo y el ímpetu de ella.

Y a partir de ahí es curiosa la evolución que experimentan estos dos personajes. Stephen es capaz de adoptar las costumbres escocesas y renunciar a su condición de inglés, porque en el fondo ama a Browyn y sabe que es una gran mujer; pero será en esta última en la que se dé un cambio mucho más profundo.

Browyn no solo odia a los ingleses, sino también al clan rival del los McGregor. Cualquiera que no pertenezca a los McCarran o no sea escocés es su enemigo. Es verdad que muchas de sus acciones están movidas por preservar el bienestar de su clan, pero ese orgullo y ese temperamento tan fuerte en ocasiones no le lleva a hacer lo correcto. Después de todos los contratiempos que deberá superar junto a Stephen, se dará cuenta de que un enemigo no lo es solo por el hecho de haber nacido en un determinado lugar o tener un determinado apellido. Y todo esto también les servirá a ellos dos para comprenderse y aceptarse.

Además hay que destacar todo el ambiente de acción y aventura que envuelve a la novela, sobre todo en la parte en la que los dos protagonistas se desplazan de Escocia a Inglaterra, donde nos podemos sumergir en el paisaje escocés y podemos disfrutar de cada episodio que va sucediendo a Browyn y a Stephen por el camino.

Es muy interesante en la parte final, ver a los cuatro hermanos Montgomery juntos, a Gavin, protagonista de la primera novela de la serie y a Raine y a Miles, que aparecen en las posteriores junto a Stephen. La camaradería que existe entre ellos y la forma en que se ayudan unos a otros, les convierte en una familia muy unida.

No es que sea necesario leer los libros de la serie por orden pero sí conveniente, para comprender algunos de los detalles que aparecen en la novela.

Sin quitar mérito a los demás libros de la saga, personalmente considero a Tierra Audaz, la mejor de las novelas que la integran.