Tiene el estilo divertido de la autora, pero con un trasfondo un poco más drámatico, lo que no te impide reirte con los dos protagonistas y sus diálogos chispeantes.

El protagonista es encantador y muy progresista, lo que demuestra con creces en su comportamiento con la protagonista.
Hay también momentos muy tiernos y que, a mí, me han emocionado (no voy a decir cuales son), pero que me han encantado.

Al final, aparece Olivia, la niña que me tiene completamente conquistada, tratando de enseñar sus dotes tramposas.

Un final muy bonito y que te deja con una sonrisa en la boca.

Muy bueno.

Darius Casington es un libertino con letras mayúsculas. No quiere saber nada de jóvenes vírgenes y casaderas, solo le interesan las viudas, las casadas, las criadas y las rameras, no hace distinciones. Es un erudito y estudioso de la naturaleza animal, principalmente el comportamiento reproductor, el cual aplica a él mismo. Como es un estudioso y un científico, para él la lógica lo es todo, rige su vida y todas sus decisiones. Su padre, cansado de la vida que lleva su hijo, le da un ultimatun, debe casarse, pero le propone que si saca adelante una hacienda y le saca beneficios, demostrando que es un hombre de provecho, le levantará el ultimatun. Tiene un año para cumplir este cometido y en ese año debe vivir en la mansión., cuyos terrenos lindan con los terrenos de los Lithby, y es aquí donde conoce a la hija mayor de Lord Lithby, Charlotte.

Aunque en un principio existen muchos rifirafe entre los protagonistas, ya que son muy distintos y chocan a menudo, después empiezan a conocerse y aunque la atracción ha aparecido en un principio, el amor no tarda en surgir. Para Darius, Charlotte es más de lo que se ve, es intuitiva e inteligente, y para Charlotte, Darius no es un simple libertino, sí que es un hombre honrado, honorable, altruista y trabajador.

La historia me ha gustado bastante, incluso me ha resultado original en su contenido: Charlotte tiene un secreto y Darius, que es un investigador nato, quiere descubrirlo. Todo transcurre en el campo, sin fiestas ni bailes, pero si con reuniones campestres. El tema del niño es entrañable, aunque no se ha centrado mucho en él, siempre está presente por los pensamientos de Charlotte.

El libro además es muy divertido con diálogos inteligentes y pensamientos que me han hecho soltar más de una carcajada (el como se conocen los protagonistas es una de las escenas más originales que he leído). Además me gustaría destacar que los protagonistas se hacen simpáticos desde un principio, ella con sus recuerdos y su corazón cerrado al amor, y él, con su lógica y su sarcasmo, pero con miedo a defraudar a los suyos.

La única pega que el pongo es como resuelve el tema del niño, este punto está bastante flojo y poco trabajado.

Por lo demás, un libro bastante recomendable.

Nota 3,5 de 5.