La princesa Sofía era sólo una niña cuando Napoleón conquistó la isla paradisíaca gobernada por su padre. Criada en Inglaterra y ahora con veintiún años, pretende reclamar el trono que le pertenece por derecho y traer la paz a su tierra devastada por la guerra. Pero una emboscada de enemigos obliga a Sophia a esconderse en las afueras de Londres. Disfrazándose de campesina hasta que pueda regresar sana y salva, conoce al mayor Gabriel Knight, un guerrero herido cuyo roce con la muerte lo ha cambiado por completo.

Heredero de una gran fortuna y maestro espadachín, Gabriel ha renunciado a sus posesiones mundanas y ha depuesto las armas. Sophia está fascinada por su inquietante magnetismo, y Gabriel, se siente atraído por su ardiente belleza.

Pero cuando se revela el destino real de Sofía, Gabriel sabe que debe volver a empuñar su espada, cueste lo que cueste, para proteger a su princesa de aquellos que quieren destruirla. Y a medida que el anhelo se convierte en pasión, Gabriel descubre la única causa por la que realmente vale la pena luchar.

Desde los resplandecientes salones de baile de la Inglaterra de la Regencia hasta las aguas color zafiro del Mediterráneo, el deslumbrante final de la trilogía Spice de Gaelen Foley despliega la apasionante historia de una princesa rebelde y el poderoso hombre destinado a convertirse en su campeón.

No puedo decir que sea la novela de mi vida, pero no ha estado mal.

Eso sí, lo que realmente me ha fascinado es Gabriel, el protagonista. Está debidamente atormentado por su pasado, es un hombre de honor y valor, es un hombre orgulloso, pero no cabezota y por supuesto, es terriblemente atractivo y grandote.

La historia ha estado relativamente bien llevada, al principio, no me enganchó bien, pero conforme transcurría la narración y la acción, ha empezado a interesarme.

En resumidas cuantas, es un libro bueno pero que para mí, le han sobrado páginas.