- Romántica histórica
- Traicionada
Traicionada
Detalles del libro
- Romántica histórica
Libro 3 de la serie "Clan MacKenzie"
UNA HIJA ILEGÍTIMA Sarah creía ser la amada hija de Lachlan MacKenzie, duque de Ross. Pero el descubrimiento de que por sus venas no corre sangre azul la deja desolada e incapaz de confiar en el amor del duque. Huye de las Highlands y se establece en Edimburgo. Allí, para olvidar su dolor y comenzar una nueva vida, cuida de los niños abandonados de la ciudad….
UN SEGUNDO HIJO OLVIDADO El atractivo Michael Elliot, olvidado por su madre, que sólo tenía ojos para el heredero de la familia —su disoluto hermano mayor Henry—, se unió a la Compañía de las Indias Orientales para labrarse un futuro. Pero años más tarde, de vuelta a su Escocia natal, su madre le obliga a presionar a Sarah MacKenzie ——que tiene una generosa dote— para que se case con Henry, y de esa manera salvar de la bancarrota a la arruinada familia Elliot.
El ENGAÑO Y EL DESEO LOS UNIERON Lo que para Michael empieza siendo un molesto encargo familiar, termina convirtiéndose en un intento desesperado por conquistar el corazón de Sarah. Finalmente ésta, alejada de la familia que la ama, se rendirá dulcemente a sus encantos… y juntos empezarán a descubrir el poder curativo del amor.
Opiniones de los usuarios
Sarah nunca habría esperado recibir tal noticia de su amado padre. Sólo unas horas después de ser enterrado el sheriff de Tain, Neville Smithson, era muy duro descubrir que el antaño hombre generoso, que la hacía regalos en su cumpleaños, era en realidad su verdadero padre. Herida en lo más profundo de su ser, e incapaz de perdonar a Lachlan el hombre que la crió como una hija más, huirá a Edimburgo buscando apoyo en su prometido. Sin embargo, allí descubrirá el carácter caprichoso y ruin de Henry Elliot y su obligada estancia en prisión. Su carácter apasionado y su buen corazón la llevarán entonces a volcarse en los huérfanos de los barrios pobres. Un destino que ella hubiera compartido de no ser por el duque de Ross. Un encuentro casual la llevará a conocer a un oficial de la Guardia Real que resulta ser ni más ni menos, que el hermano pequeño de Henry.
Michael Elliot no guarda buenos recuerdos de su infancia. Como segundón, fue ignorado por una madre volcada siempre en las exigencias de su primogénito, mostrando poco interés por el otro hijo. Ni tan siquiera el dinero enviado a su familia a lo largo de los años había servido para comprar su cariño. Enviado por su madre, con el único fin de convencer a Sarah para que se case con su hermano y entregue la dote, no podrá evitar apreciar la belleza y el carácter de la joven hasta el punto de desear que sea suya. Sin embargo, Sarah contará con la protección de su grupo de desarrapados piñuelos, y del misterioso Cholly, empeñados en defender a la joven contra la poderosa familia Elliot.
La novela la he encontrado entretenida, leyéndola prácticamente de un tirón, aunque la relación entre los protagonistas me ha parecido algo fría. Casi me quedo más con la participación del padre adoptivo de la joven, fiel a su palabra de quererla y protegerla, aunque no sea recíproco. Y, tampoco puedo olvidar a esos pequeños abandonados con su punto de ternura e inocencia. Sobre todo a Notch, el jefe del grupo que intenta mantener siempre unido, pese a la dura experiencia de las calles, el hambre y el frío.
En cuanto a los protagonistas, Sarah es una bella e inteligente joven que no ha podido evitar el desmoronamiento de su vida en solo unos minutos. No puede evitar pensar que ahora podría estar muerta o en un prostíbulo si no hubiera sido acogida por Lachlan. Le cuesta perdonar el que le hubiera ocultado sus verdaderos orígenes y teme dar el paso final, y acercarse a su familia, pues supondría darse cuenta de los errores cometidos por ella. Convertida en institutriz dedicará su vida a dar una protección y cuidado a unos niños muy singulares. Michael me ha parecido una persona recta, honrada, implacable en sus convicciones y en el deseo de conocer más a la joven. Tierno y cariñoso con los niños, le ha faltado un poco de carácter en la relación con su madre. Parecía tan complaciente con ella que a veces sentía el irrefrenable impulso de dejarle las cosas claras.
Entre los malvados nos encontramos a Lady Emily, la madre de Michael y Henry, preocupada solo por el dinero y el lujo, y en el propio Henry, un jugador y vividor individuo preocupado sólo de sí mismo.
Lo que no voy a revelar es la identidad del barrendero Cholly, siempre cerca de la joven y empeñado en protegerla de todos los que la quisieran hacer daño.
En fin, una novela que me ha gustado bastante y a la que valoro como buena.