Un error inconfesable cuenta la historia de amor de Luke Daudet, el vizconde Altea, que es amigo de Alexander Saint James, el protagonista del primer libro de la trilogía.

Luke Daudet y Madeline May son dos aristócratas que coinciden en distintas fiestas de la alta sociedad. Hace un año tuevieron una aventura de una noche y después del rechazo que Luke le hizo a Madeline no han vuelto a hablarse. Pero una noche Madeline está en un apuro y le pide ayuda a Luke.

Madeline es una viuda joven, bella y muy respetada, que está siendo chantajeada por un conde que se ha apropiado del diario de su difunto marido. Una noche tras una pelea con dicho conde, le da un golpe con el atizador de la chimenea y lo cree muerto. Llama a Luke y el se deshace del chantajeador.
A partir de ese momento retoman su relación, en parte porque se desean y por otra parte, para así proteger a Maddy.
Comienza entonces una relación sexual y a la vez más romántica donde los sentimientos de los protagonistas se van descubriendo lentamente.

Desde la muerte de su esposo Madeline no ha sentido nada por ningún hombre, a excepción de Luke, que en una noche le hace volver a sentir lo que era estar con un hombre. Pero al día siguiente Luke desaparece y no le vuelve a hablar. Desde entonces siente una gran irritación hacia él.

Luke es un soldado de la guerra de la independencia de España. Tras sufrir mucho en la guerra (en muchos sentidos) siente un dolor muy profundo, lo que le hace tener el corazón cerrado al amor. Pero con Madeline la cosa ha sido distinta, ha sentido algo, por eso pone tierra de por medio (figuradamente) y no volver a estar con ella. Hasta que un día recibe una llamada de auxilio y decide ayudarla.

Me ha encantado la historia de amor entre Luke y Madeline, cómo él tiene el corazón roto de dolor y cómo ella se siente enamorado de un hombre que nunca va a formalizar su relación pero decide arriesgarse a sufrir un escándalo con tal de estar con él. Además hay que incluir la intriga que viene con diario que se tiene que resolver con la ayuda de Michael, el protagonista del tercer libro.

También, tal y como nos tiene acostumbrada esta autora, hay otra historia de amor, secundaria, pero ni mucho menos, menos importante. Todo lo contrario, la historia de Elizabeth (hermana de Luke) y Miles (primo político de ambos) es preciosa, sencilla y muy tierna. Miles lleva enamorado de Elizabeth desde que tiene uso de razón y ve pasar a cada uno de sus pretendientes con celos pero respetando los deseos de Elizabeth. Por ello se mantiene al margen, esperando un momento que cree nunca va a llegar. Elizabeth, en cambio, nunca se ha enamorado, y cree que el amor de su vida nunca va a llegar. Ve en su primo a un compañero de juegos, con el que últimamente solo se pelea y con el que nunca está de acuerdo, pero con el que puede contar en todo momento. Esta historia de amor es más light que la principal, pero está llena de ternura y a mi, particularmente me ha mantenido en vilo, en todo momento estaba deseando saber que pasaba con Miles y Elizabeth.

En general, el libro está muy bien, bien narrado, con una intriga que para mí hubiera sobrado, pero que tampoco acapara todo el libro, y con unos protagonistas muy sensuales y por qué no decirlo, con muchas escenas hot.

Nota: 4,5 de 5.

Segundo libro de la trilogía de tres amigos que se conocen desde siempre y que juntos fueron a la guerra contra Napoleón creando un vínculo aún más fuerte de amistad y confianza. En este libro cuenta la historia del vizconde Altea, Luke Daudet.

Madeline es una joven viuda madre de un niño de siete años, es una belleza que desde que murió su marido a quien amó mucho, no se le ha conocido ninguna indiscreción ni ningún escándalo, es una joven sensata que se dedica a su hijo, sólo una noche un año atrás se permitió ceder a la pasión que sentía hacia el vizconde Altea, pero este se fue a la mañana siguiente y sin ninguna explicación jamás volvió junto a ella.

Ahora Madeline precisa de su ayuda aunque sea a la última persona a la que desearía recurrir, pero uno de los miembros de la alta sociedad, un conde lascivo que se ha hecho con el diario de su difunto marido y ahora la acosa con comentarios repugnantes con detalles de la intimidad que mantenía con su marido, no deja de chantajearla hasta que una noche intenta propasarse y ella lo ataca dándolo por muerto.

Aunque el conde no está muerto Luke ayuda a ocultar el ataque y se hace con el diario del difunto marido de Madeline.

Luke es un hombre un tanto desapegado, no quiere relaciones formales, no desea ni quiere enamorarse y últimamente se vuelve un poco temerario.
Madeline ejerce un atractivo poder sobre él, aunque la dejó un año atrás después de una noche de pasión, no lo hizo porque no la deseara o porque fuera una más, sino precisamente por lo contrario. Decidido a que ninguna mujer le importe demasiado sabe que Madeline es un peligro para su convicción de no sentir nada por alguna mujer.

Es un hombre que esconde un pasado doloroso y que cree que el amor ya no es para él, pero la atracción que siente por Madeline puede más que su resolución de mantenerse apartado de ella, aunque es Madeline la que da el paso y la que se atreve a comenzar una relación que se supone no será más que una aventura sin lazos ni futuro.

Y luego están Elizabeth, la hermana de Luke, y Miles, primo de ellos aunque sin tener ningún rastro de parentesco más que el político.
Miles y Elizabeth eran compañeros de juegos desde pequeños, cuando la madre de Miles se casa con el primo del padre de Elizabeth y se trasladan a vivir a la mansión de los vizconde Altea.

De ser compañeros de juegos inseparables, ahora son dos jóvenes que rara vez no terminan discutiendo por todo. Pero Miles lleva enamorado de Elizabeth desde siempre sabiendo que es un amor casi imposible y viendo como es cortejada por mejores partidos que él, y aunque ella no entiende porque siempre salta a la mínima que Miles lee dice o porque le molesta que coquetee con otras mujeres tan poco se fija en los demás caballeros que la cortejan, hasta que por fin comprende que Miles ya no es el niño con el que se metía en líos y que empieza a sentir por él algo más que el amor infantil de siempre.

Un libro muy bueno, que se lee rápidamente porque te mantiene entretenido desde la primera página, con historias sencillas pero originales a las que ya nos tiene acostumbradas esta autora y con dos historias muy bonitas y muy diferentes, ambas buenas y casi sin diferenciar cual es la principal y cual la secundaria y que deja con las ganas de saber la historia de Michael, el más enigmático de los tres amigos.

Mi valoración: Muy bueno