Un romance imperdonable

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Detalles del libro

ISBN-10
8492916494
Subgénero
  • Romántica histórica
Fecha
23 de Septiembre, 2013
Editorial

Libro 2 de la Serie: "Cuatro jinetes del Apocalipsis"

Una amarga rivalidad separa a los Woodfall y los Hayes desde hace casi un siglo, pero las iras de los adultos no lograron impedir que los niños Moira Hayes y Kenneth Woodfall compartieran juegos de infancia. Cuando Kenneth regresa de la guerra, Moira se ha convertido en toda una dama y él no tarda en darse cuenta de que inocente amistad infantil se ha convertido en algo mucho más profundo. Por desgracia, Moira está comprometida con un primo lejano, el barón Edwin Baillie, tan interesado en heredar las propiedades de los Hayes como de terminar con las luchas con los Woodfall. Pero una noche de tormenta, la joven Moira se ve obligada a refugiarse con Kenneth en una aislada cabaña, y lo que había empezado como el recuerdo de una travesura juvenil pasa a convertirse en una pasión arrasadora, que amenaza con destruir para siempre la frágil paz que existe entre ambas familias.

Opiniones de los usuarios

3 opiniones
Valoración
 
3.5(3)
Esta desde luego no la guardo entre mis favoritas
Valoración
 
2.5
Moira Hayes y Kenneth Woodfall eran apenas unos niños cuando se conocieron y forjaron una bonita amistad con sentimientos puros y bonitos, a pesar de que ambas familias son enemigas desde hace años...algo que aunque ellos quieren remediar no hará más que distanciarlos sin remedio, tras un malentendido por el que llegan a odiarse.

Años después siendo ya adultos, sus caminos se vuelven a cruzar cuando Kenneth regresa a Cornualles dispuesto a descansar de su vida de libertinaje que ha llevado desde que regresó de la guerra.
Pero Kenneth no imaginaba que volver a ver a Moira iba a afectarle así.
Moira también ve tambalearse la tranquilidad y aburrida vida que lleva desde que Kenneth se fuera hace tantos años. Está a punto de casarse con un primo lejano pero volver a verlo le hace aflorar sentimientos ya enterrados...

El nuevo prometido de Moira intenta arreglar las cosas entre sus familias, empezando con un acercamiento entre ellos, sin sospechar lo que pasó.
A partir de aquí intentan mantener una relación cordial, pero el destino les juega una mala pasada y tras una noche de fiesta, bailes y una gran nevada, ocurre un error imperdonable con el que poco después se ven obligados a casarse.

Pero no por ello todo está olvidado, si no todo lo contrario, esto suma el odio entre ellos y les costará mucho poder llevar una vida normal como cualquier matrimonio...al menos que el amor de cuando era niños vuelva con fuerza entre ellos.

Al principio me costó muchísimo engancharme a la historia. De hecho hasta la mitad del libro no le veía nada bueno...
En mi opinión y aunque me gusta mucho esta autora, le faltan diálogos, amor y escenas entre los protagonistas de las que te hagan suspirar,. Entiendo que si entre ellos hay un odio anterior no es fácil hacer que eso desaparezca. Pero si que pienso que si había ese amor de antes podrían haberse dejado llevar un poco más. También hay escenas que me han dejado a cuadros , que he visto muy forzadas y directamente yo las hubiera borrado. Las hubiera cambiado por esos párrafos de detalles que sobraban...

Menos mal que casi al final de la novela parece que algo mejora,aunque lo siga viendo muy forzado, pero he podido terminar de leerla y que no me decepcione del todo.

Esta desde luego no la guardo entre mis favoritas. Pero me gusta la autora y aunque me faltan muchas novelas suyas por leer lo haré.

Mi valoración 2,5/5.
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No es el mejor libro de la autora, pero sigue siendo de Mary Balogh
Valoración
 
4.0
Mary Balogh es de mis autoras favoritas, me encanta su manera de escribir, su forma de relatar historias originales y diferentes que destacan sobre otros libros de la misma temática y me gustan sus personajes peculiares, a veces antipáticos, imperfectos que no dejan indiferente. Pero también soy capaz de ver si un libro es bueno o malo aunque me encante la autora, y con este pensé que me iba a llevar una decepción porque reconozco que la primera parte del libro me hacía pensar eso, sin embargo como me pasa siempre con esta autora, no podía dejar de leerlo y por suerte, la segundo mitad del libro compensa la primera.

En el primer libro de la serie conocemos a los cuatro amigos apodados los Jinetes del apocalipsis y que se conocen en un escenario tan duro como el ejército y la guerra, pero que crean una sólida amistad que los hará inseparables.

Esta es la historia de Kenneth Woodfald y Moira Heyes, dos personas que se conocen desde pequeños y que llegan a enamorarse a muy tierna edad pese a la rivalidad que existe entre sus familias desde hace décadas, esa rivalidad hará que la pareja se separe después de algunos malos entendidos que harán que crezca un odio aún más profundo entre los antiguos enamorados al creerse traicionados el uno por el otro.

Ahora ocho años más tarde Kenneth siente el deseo de volver a su casa en Conrualles, está cansado de las continúas juergas sin sentido y la vida disipada aunque sean al lado de sus mejores amigos, desea volver a ver la tranquilidad del campo y la belleza de las costa, piensa que después de ocho años el pasado ya estará enterrado y no interferirá en su vida , pero la primera persona a la que se encuentra en su regreso es a Moira, que sigue soltera pero que ya no es la alocada y salvaje joven que conoció, la Moira de ahora desprende mucho odio, rigidez y sobriedad.

Moira apenas ha salido nunca de Cornualles, a sus veintiséis años ya es casi una solterona pero el heredero de su padre , un primo lejano, está a punto de llegar para comprometerse con ella lo que será supondrá su salvación y la de su madre por lo que se siente muy satisfecha , o eso quiere pensar, hasta que el regreso de Kenneth pone su mundo patas arriba. El odio, la traición y todo lo que desencadenó la partida de Kenneth años atrás siguen muy presentes para la joven.

Tanto Kenneth como Moira sienten un profundo rencor que ellos consideran odio, apenas pueden tolerarse ni hablar sin discutir ni expresar lo mucho que les molesta la presencia del otro. Pero la llegada del prometido de Moira junto con el baile que da Kenneth por Navidad, desencadenarán una serie de circunstancias que meses después obligarán a Moira a aceptar casarse con Kenneth.

Ahí comienza un matrimonio difícil entre dos personas que se odian y piensan lo peor la una de la otra, sin contar el odio que aún hay entre sus familias y que los dos son tan fríos, y duros el uno con el otro que propician los malos entendidos entre ellos, muchas palabras mal dichas o mal entendidas en momentos de acaloramiento y que ninguno de los dos es capaz de ceder.

Son dos personajes de carácter muy fuerte , que por separado son buenas personas, cariñosas y queridas por sus seres más cercanos, pero cuando se juntan son como un polvorín, no controlan su temperamento ni las malas palabras, saltan los reproches y los malos modos siempre en un ambiente frío y hostil, son dos personas que tardarán en darse cuenta de que tienen que poner de su parte para conseguir sacar adelante ese matrimonio y recordar que se amaron en el pasado, aunque en realidad no saben lo que sienten el uno por el otro porque siempre tienen las emociones a flor de piel y no consiguen controlarse. Kenneth puede resultar muy frío a veces pero también es el que más pone de su parte, Moira sigue sintiéndose herida y se protege bajo el rencor y la frialdad, pero en el fondo, los dos se sienten heridos y no saben que piensa el otro de ellos, por eso se dejan llevar por unos impulsos que sólo los perjudican.

Ya dije que la primera parte del libro no me pintaba demasiado bien, pero sin embargo no podía dejar de leer, y una vez que ellos se casan, la cosa mejora mucho, se ve más sentimiento entre los dos e incluso hay alguna escena que conmueven porque no son capaces de poner fin a la rabia y al miedo y ceder un poco, no dejan de discutir pero también se dan cuenta de que vale la pena poner de su parte y admitir lo que sienten. Pude parecer un libro más frío que los anteriores de la autora, hay pocas escenas de ternura o cariño entre ellos hasta bien entrado el final, pero sigue siendo la Balogh y consigue darle a la historia cierto encanto.

Destaco el personaje de Edwin, el prometido de Moira en un principio que a primera vista parece un petulante pomposo pero al que al final coges cariño y le da un toque divertido a la historia.

Resumiendo, no es el mejor libro de la autora, pero sigue siendo de Mary Balogh, por lo que está muy bien contado con una historia diferente, personajes peculiares y una trama que te engancha y que mejora según avanza. A mi me ha gustado.

Bueno.
A
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Una agradable y, a su modo, romántica lectura
Valoración
 
4.0
2º de la serie Cuatro jinetes del Apocalipsis

Han transcurrido siete años desde que Kenneth Woodfall se convirtiera en el nuevo Conde de Haverford, siete años en que ha estado ausente. Tras la derrota de Napoleón y el fin de la guerra regresa a Inglaterra y visita por primera vez su hogar en Cornualles. Al llegar descubre que nada ha cambiado demasiado, ni siquiera la enemistad entre los Hayes y los Woodfall.

Dicha enemistad se remonta a más de un siglo, cuando el entonces Conde de Haverford acusó al barón de Dunbarton de contrabando. Si bien hubo una época en que, desafiando a los adultos, Kenneth, Moira y Sean Hayes compartieron juegos de infancia, e incluso Moira y Kenneth se enamoraron, la enemistad resurgió tras un incidente entre Kenneth y Sean. Más tarde Kenneth y Sean se unieron al ejército, donde Hayes murió. Ahora la baronía ha pasado a manos de un primo distante, Edwin Baillie, y Kenneth es el nuevo Conde de Haverford.

Al regresar a Cornualles y reencontrarse con Moira, Kenneth descubre que se ha convertido en una joven muy atractiva. Sin poseer una belleza deslumbrante, sigue atrayéndole como ninguna otra mujer lo ha logrado. Pero Moira lo trata con frialdad y, además, se ha comprometido con el barón Edwin Baillie, que parece interesado en que las rencillas entre ambas familias acaben.

Los intentos del nuevo barón por estrechar lazos con el nuevo Conde son evidentes y, finalmente, logra ser invitado a la fiesta celebrada con motivo de la Navidad. Cuando Edwin debe abandonar la celebración antes de tiempo, confía a su prometida al Conde, pero Moira decide regresar sola a casa.
Cuando Kenneth descubre su ausencia, sale en su busca pero una tormenta de nieve se desata dejándolos a la intemperie. Para guarecerse, buscan refugio en una vieja cabaña donde pasan la noche juntos y donde comparten algo más que calor y cobijo.

El honor obliga a Kenneth a pedir matrimonio a Moira quien lo rechaza en varias ocasiones, hasta que no puede ocultar por más tiempo su embarazo. Sin otra alternativa, debe recurrir a Kenneth y, finalmente, se casan. Pero las rencillas del pasado no están olvidadas ni las viejas heridas cerradas. Siendo así, ¿existe la posibilidad de un futuro juntos?

Después de leer Un romance inoportuno, novela que me cautivó de principio a fin, estaba deseosa de leer la segunda novela de la trilogía. Si bien en líneas generales me ha gustado y creo que es una bonita historia, no ha llegado a emocionarme y atraparme como lo hiciera la anterior. Sin embargo, reitero, creo que es una historia que merece la pena leerse.

Un romance imperdonable se superpone temporalmente a Un romance inoportuno. A medida que vas leyendo te percatas que la historia de Rex y Catherine está desarrollándose a un mismo tiempo que la de Kenneth y Moira; al menos durante una parte. De hecho Kenneth representó un papel importante en el desenlace de Un romance inoportuno y, al final de la novela, recibió una carta que le obligó a regresar a Cornualles.

La historia de Kenneth y Moira tiene en común con la de Rex y Catherine que ambas parejas se ven obligadas a casarse. Pero la de Kenneth y Moira se mueve entre el amor y el odio. Se conocen desde niños, se enamoraron cuando eran muy jóvenes y más tarde, cuando Kenneth se marchó a la guerra, se separaron. Lo hicieron creyendo cada uno de ellos que el otro le había traicionado y jamás había correspondido a sus sentimientos.

Debo reconocer que más que amor lo que Kenneth y Moira me han transmitido durante gran parte de la novela es rencor, desconfianza. Kenneth parece más dispuesto a olvidar y a que su matrimonio funcione, pero nunca siente que Moira desee lo mismo que él. Discuten, surgen malos entendidos continuamente. Y eso, sumado a lo que sucedió años atrás, provoca que cada uno se retraiga y se aleje del otro.
Incluso, durante unos meses, llegan a vivir separados: Moira en Cornualles, Kenneth en Londres. Hasta que Kenneth pide a Moira que se instale en Londres para el final de la temporada. Allí se reencuentra con Nat Gascoigne y Eden Wendell; allí conoce al cuarto jinete, Rex Adams, el vizconde Rawleigh y a su esposa, Catherine. Y es entonces cuando el amor parece volver a brotar.

La novela me parece bonita, pese a que como digo fluctúa constantemente del amor al odio. Admito que he notado en falta escenas románticas entre ellos, pues cuando parece que llegan a cierto entendimiento y piensas que el amor renace algo parece truncar ese momento de calma y esperanza. Y siempre te sientes a la espera de un detalle que te haga sentir que, en el fondo, están enamorados.
Es una historia diferente a la que encontramos en la anterior novela. Es una historia de enfrentamientos familiares y malos entendidos, de amor y de odio.

Me ha fascinado el personaje de Kenneth, tal vez al que menos pudimos conocer en la anterior novela, ya que sólo tuvo su aparición cuando se trasladó a Londres y se reencontró con el resto de amigos y ex-soldados.
Es galante, apuesto y honorable. Y pese a que piensa que Moira lo traicionó siempre actúa como el caballero que es y hace lo que el honor -o tal vez su corazón- le dicta.
Moira en cambio se muestra mucho más desconfiada. No parece dispuesta a abrir su corazón a Kenneth, algo que ha propiciado que, en ocasiones, la novela me resultara un poco monótona. Casi, como siempre tuviera que llevarle la contraria o estar enfadada con él. Casi, como una niña enfurruñada.

Además, como era de esperar, Nat, Eden y Rex, además de Catherine, con su presencia, propician situaciones que de alguna manera marcan el curso de la historia. Al mismo tiempo, vislumbramos un poco más cuáles son los lazos que unen a los cuatro amigos.

Aparte de los otros tres jinetes del Apocalipsis, de la familia Hayes y la Woodfall, tengo que destacar al nuevo barón de Dunbarton, Edwin Baillie.
Lo cierto es que es un personaje con el que he terminado encariñándome. Es pomposo, pedante, histriónico y muy apegado a las faldas de su madre, pero bajo esa apariencia tan caricaturizada del noble heredero snob, creo que se esconde un corazón bondadoso. Y, confieso, sus soliloquios interminables y su cháchara incesante me han hecho reír en ocasiones.

Pese a que no me ha dejado con mariposillas en el estómago como sucedió con Un romance inoportuno, la historia de Kenneth y Moira también me ha atrapado. Sus encuentros, desencuentros, las desavenencias familiares y odios de antaño, poco a poco se han ido desentramando y dejando a la luz una bonita historia de amor.
No pasará a ser una de mis preferidas entre las preciosas novelas de Mary Balogh, es cierto, pero no puedo negar que en ella he encontrado una agradable y, a su modo, romántica lectura.
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