Llevaba un tiempo sin leer a Ana Álvarez y cuando vi entre las novedades de la web esta novela publicada no tuve más remedio que lanzarme a por ella, pues me llamó mucho la atención que la autora publicara una historia de amor histórica cuando ella es escritora habitual en contemporánea.

Comienzo mi reseña advirtiendo un par de cosas; la primera es que esta historia ha salido a raíz de una leyenda que surge en dos de sus novelas anteriormente publicadas que son, Una aventura inesperada y Un refugio en Brighton.

La segunda cosa que quiero advertir es que está historia no es una novela cien por cien histórica ni cien por cien romántica. No sé cómo explicarlo bien sin hacer spoiler, pero para que me entendáis os digo que es una leyenda que surgió en esas dos novelas contemporáneas sobre un fantasma del pasado, y que la autora ha querido contar la historia de ese fantasma que vivió hace varios años.
Creo que a buen entendedor sobran las palabras.


Pues bien, yo me dispuse a leer esta novela sin saber nada de esto, así que para mí fue toda una sorpresa que bien no me molestó en absoluto, sí que me hubiese gustado saber.



Esta novela nos cuenta la historia de Ian y Kayla entre saltos del presente y del pasado.
Los cuatro personajes protagonistas de las dos novelas mencionadas anteriormente son los encargados de descubrirla para nosotros.
Ellos son los narradores de aquella historia de amor que surgió hace tantos años.

En un diario encontrado en una casa abandonada, Freya, Dylan, Eva y Jock nos cuenta a través de su lectura la preciosa , triste (al menos para mi punto de vista) y lógica de Ian y Kayla.

Kayla es hija de un Laird obligada a casarse con un hombre cruel.
Ian es hijo de un clan enemigo al de Kayla por lo que cuando se conocen de casualidad si destino está más que escrito.
Pero el poder el amor es capa de sortear lo imposible para encontrar una salida. Aunque sea peligroso.

Una historia en un tiempo pasado y un amor prohibido que sobrevivió a pesar de todo y que ha sido una bonita experiencia descubrir.

La autora va combinando en cada capítulo el presente y el pasado y así vamos descubriendo la historia de Ian y Kayla poco a poco, manteniendo las ganas y la intriga hasta el final de la historia.

Es una novela corta que atrapa y se lee de un tirón.
Me ha gustado leer a la autora fuera de su zona de confort, aunque esta no sea exactamente una historia histórica y romántica al uso. Pero ha sido una agradable sorpresa.