Había leído maravillas de esta novela y me la compré sin pensármelo más. La he leído prácticamente sin darme cuenta y ha sido una maravilla.

¿De qué va la historia? La protagonista es Gabriela, una mujer toledana que acaba de perder a su madre, la única familia que le quedaba, y que se entera de cómo su padrastro planea casarse con ella a la fuerza. Viendo eso, Gabriela traza un plan junto a Angus, el mentor de su padre y lo único que le queda en el mundo: deben huir a Escocia, al lugar del que Angus y el padre de Gabriela pertenecían. Es un plan arriesgado en el que ella tendrá que hacerse pasar por hombre para evitar mayores problemas y, después de un largo periplo, Gabriela llegará a casa de su abuelo… habiendo dejado a Angus, malherido, por el camino.

Nada más llegar, se topa con un montón de hombres rudos y fuertes, una vida dura y un nuevo comienzo. Su abuelo se muestra encantado ante la idea de tener un nieto… y Gabriela no puede revelarle la verdad. Pasará a estar bajo las instrucciones de Duncan, el jefe de los soldados y la mano derecha de su abuelo, para entrenar como cualquier joven más. Y hasta aquí puedo contar.

El punto de partida de la novela puede parecer muy trillado, pero, la autora, maneja la historia con gran maestría. Tiene los toques justos de acción, de drama y hasta de risas (porque me he reído de lo lindo mientras leía). Me ha gustado, especialmente, que no todo es color de rosas y no “pasan cosas milagrosas” como por arte de magia, como en la mayoría de novelas románticas. Esto se ve, especialmente, hacia el final de la novela… Donde solté algunas lagrimillas.

La narrativa de esta autora es realmente buena. Las páginas se pasan solas sin que te des cuenta y, cuando terminé, seguí girando la página esperando algún epílogo, algunas líneas, ¡cualquier cosa! ¡Me supo a poco y quería más!

Los personajes son magníficos. Me he enamorado, completa y absolutamente, de Duncan Montroe. Es el hombre perfecto, no es el típico protagonista masculino que se hace el fuerte y suelta barbaridades por la boca. Es un hombre que parece real, que habla y explica lo que siente o piensa. ¡Es maravilloso! Gabriela es también estupenda, empaticé en seguida con ella y disfruté mucho leyendo su historia.

Los secundarios son casi tan importantes como los protagonistas. Hay algunos que destaco especialmente, como Fiona y Malcolm, pero, sobre todo, tengo que resaltar a Micheal porque me ha robado el corazón. Es lo mejor de la novela, con sus ocurrencias. Debo decir que, hasta casi el final, esperaba “otra cosa” de Fergus… una pena.

En conclusión, que recomiendo esta novela encarecidísimamente. Sin duda, es una de las mejores novelas de highlanders que he leído recientemente. ¡10 de 10!

Por fin he tenido la oportunidad de disfrutar de esta maravillosa historia que me atrajo desde que la vi en las últimas novedades.

Es una historia preciosa con la que la autora me ha embaucado y me ha hecho incluirla en la lista de escritoras imprescindibles para mí.

Viento de otoño nos sitúa en la Escocia del siglo XIV donde Gabriela, una joven española, se ve obligada a viajar, bajo un disfraz, a las Higlands para salvar su vida.

Desde el comienzo de su aventura Gabriela vive llena de peligros y persecución que solo llegará al fin cuando alcance el lugar que cree su salvación. Pero una vez allí, no encontrará exactamente lo que espera, por lo que debe permanecer alerta.

Duncan es el jefe de guerreros del clan Montroe. Leal, valiente y feroz no teme a nada y es respetado por todos.

La llegada de un joven desconocido al clan, al que por orden de su laird debe entrenar, le hará dudar de sí mismo cuando algo realmente inesperado se despierta en él cuando lo tiene cerca...

Si tuviera que describir esta novela en una sola palabra sería sublime.

Aunque a priori la sinopsis a la mayoría de lectoras de romántica histórica no nos sea del todo desconocida, (a mí al menos me chiflan las historias de estas peculiaridades en el que la protagonista se oculta bajo la apariencia de chico) y aunque no muchas sí que algunas hay, debo decir que la trama y forma de desarrollar la historia es bastante diferente a lo que he leído anteriormente del tema y más original de lo que esperaba.

La autora ha conseguido que me enamore de esta historia y sus personajes desde el principio y que me emocione conforme la novela avanzaba y me iba metiendo más en la piel de Gabriela y Duncan.

Viento de otoño está escrita de manera exquisita; con una ambientación cuidada al milímetro, una trama hilvanada a la perfección y con una historia de amor llena de emociones.

Duncan y Gabriela me han hecho sentir todas las emociones posibles gracias a la magistral pluma de la autora que está llena de sensibilidad.

Me hubiese encantado que la autora incluyera un epílogo o algún capítulo más para haber sido totalmente perfecto, y con esto no quiero decir que falte nada ya que la historia acaba perfectamente cerrada, pero cuando una lectora como yo tan ansia, se enamora así de una historia quiere saber más de sus personajes siempre.

Solo dar la enhorabuena a la autora y las gracias por deleitarnos con esta preciosa novela.
La recomiendo sin asomo de duda.

La acción se sitúa en las Highlands, tierra que adoramos las lectoras de romántica, en el siglo XIV. Gabriela hija de uno de los escoceses que viajaron para llevar el corazón de Robert Bruce a Tierra Santa y que por circunstancias de la vida se quedó en Castilla, donde se casó con una toledana, se ve obligada a la muerte de su madre a huir hacia la tierra de su padre, para evitar un matrimonio impuesto, lo hace acompañada de uno de los escoceses que permanecieron en España, fiel amigo de su padre, y para ello se disfraza de chico para evitar los peligros que podían acontecerle a una mujer en aquellos tiempos.

Su huida está llena de peligros, pero es una joven con valentía y coraje y logra llegar a su destino, donde las cosas se complican aún más.

Allí conoce a Duncan el jefe de los guerreros del clan de su abuelo. Es un hombre muy atractivo, honorable y justo y al que dan orden de entrenar a ese chico un poco esmirriado llegado de la Península.

Tenía esta novela pendiente y lamento no haberla leído antes. Ya me gustó esta autora cuando leí El futuro tiene tu nombre, pero con esta novela me ha hecho fiel seguidora suya.

En principio me ha gustado mucho el tema del corazón de Robert Bruce, porque conocía la historia y la fiesta que se celebra en Teba (Málaga) en conmemoración de aquellos guerreros escoceses que ayudaron a Alfonso XI de Castilla.

Pero eso no es todo, ha sabido crear una historia preciosa, digna de las más afamadas escritoras de romántica.

Esta todo tan bien escrito, enlaza tan bien toda la historia, contándonos cosas del pasado de Gabriela, que pese a que pensé que ya se habían escrito novelas con protagonistas haciéndose pasar por chico, pronto noté que ha sabido darle un enfoque diferente. Gabriela se esfuerza por ser digna del clan y lleva esto hasta extremos insospechados.

La historia de amor es preciosa, relata estupendamente la atracción existente entre ellos, transmite muy bien sus sentimientos a veces hasta extremos de hacerte sufrir con ellos, sus diálogos están muy acertados y te engancha de tal manera que deseas avanzar para ver qué ocurre.
Los protagonistas están perfectamente logrados Duncan es un guerrero duro, pero a la vez cercano y muy comprensivo, es buen compañero, amigo, padre, porque sí nuestro protagonista tiene un hijo pequeño, cuyas intervenciones te hacen leer con una sonrisa y Gabriela es una protagonista adelantada a su tiempo, maneja con destreza el arco y la espada, tuvo buenos maestros en su padre y Angus, hombre de confianza de su abuelo, y busca desesperadamente una familia, ya que perdió a la suya a causa de la peste. Ambos se complementan perfectamente.

Pero no todo queda ahí, la autora narra muy bien la dureza de la época llevándola hasta límites pocos frecuentes, y que leí con el corazón encogido, sin que por ello pierda un ápice de interés esta magnífica historia, ha cuidado todo a la perfección, sus personajes, su entorno, su documentación y hasta hace un guiño a la novela El rescate de Julie Garwood mencionando a su protagonista Brodick Buchannan, que se casó con una inglesa.

Es de las novelas que te dejan después de leerla con ese ¿Y ahora después de esto que leo?

Solo le veo una pega y es que me hubiera gustado un epílogo, a pesar de que la novela termina bien.