Comienzo diciendo, que cada vez me sorprendo más acerca de mi opinión con los protagonistas de la Hermandad, a veces los que menos me llaman la atención son los que me enamoran, como por ejemplo me pasó con Zsadist y sin embargo con los que más me atren y espero impaciente por leer su historia, no me caban de llenar, por desgracia en este saco en Phury.

El personaje me gustó desde que lo conocí en anteriores libros, esperaba impaciente leer su historia de amor, pensé que con el tema del celibato y su supuesto amor por Bella(algo que no me gustaba en absoluto) iba a ser algo más especial, y en cierta manera me decepcionó un poquito. Creo que la autora podría haber exprimido un poco más esto. Sin embargo, en mi opinión, se estanca más en el tema de vicio de Phury por la droga.

En cierto modo me parece que hay algunos momentos desperdiciados entre él y Cormia y me da pena.

Cormia es un personaje que me gusta bastante, el hecho de ser diferentes a las demás Elegidas al no querer entregarse sin más, el miedo que sufre y ser la primera que gracias a Phury cruza el otro lado, la hace especial. No me cupo duda de que era la pareja ideal para Phury, por eso me esperaba algo más de esta historia.

Por lo demás el tema de la droga en la vida de Phury me pareció escalofriante, sobre todo cuando el toca fondo.

lo que me gusta de esta autora y sus personajes es que, a pesar de todo, sus personajes no son perfectos y con todos sus defectos y problemas son únicos.

Tambien me gustó mucho el cambio que supuso para las Elegidas Phury, por fin las liberó de ese encarcelamiento que era el Otro lado. Aquí quedé contenta y que gracias a Cormia intentara dejar su vicio y por fin comprendiera que no estaba enamorado de la shellan de su hermano.

Sigo enganchada a la Hermandad y a pesar de que algunos me impactan más que otros soy fiel a ellos.

Mi nota es 4/5.