Detalle de la opinión
4.8 4 0.5Es una historia preciosa
Valoración
4.5
Conocí a Donna como autora hace muy poco tiempo, de hecho desde que se animó a publicar lo que eran relatos online. Desde entonces me he convertido en una fiel seguidora que leeré todo lo que decida publicar, porque me encanta y me hace sentir mariposas con todas sus historias.
En este caso, Donna nos lleva de Nueva York a Egipto de la mano de Ryan y Melanie, unos personajes, cuanto menos, encantadores.
La novela comienza en Alejandría en el año 30 a.C, con una historia que iremos conociendo poco a poco, y acto seguido nos traslada a Nueva York en la actualidad.
Melanie acaba de perder a su padre, un reconocido arqueólogo, y debe hacerse cargo de su hermana menor y continuar con una vida que, en principio, se le antoja difícil. Además últimamente los extraños sueños que le han acompañado desde hace años, se están haciendo más continuos, algo que la tiene preocupada. Pero una llamada de Ryan Foster cambiará su vida y la pondrá del revés.
Ryan ha trabajado junto a Donovan durante cinco años, conoce a Mel a través de él y sabe que es justo la persona a la que ha estado buscando toda su vida. Con la excusa de pedirle una documentación queda con ella, y la atracción entre los dos es inmediata, de hecho se sienten tan a gusto el uno con el otro como si se conocieran de toda la vida, pero Ryan tiene que volver a Egipto a seguir con su trabajo, aunque no piensa renunciar a volver a ver a Mel.
Cada novela que ha escrito Donna es diferente a las otras, sin embargo, todas tienen algo en común, además de unos personajes que te enamoran, y es que transmiten una dulzura y una serenidad que me encantan.
Melanie es una joven sencilla que, tras la muerte de su padre, está pasando uno de los peores momentos de su vida. Además sus sueños o pesadillas son muy reales y cada vez más frecuentes, algo que quizás le pueda aclarar Ryan, ya que acaba de encontrar entre las cosas de su padre algo que la relaciona con él. Así que decide marchar a Egipto tras el joven y descubrir que le está pasando.
Me ha gustado mucho por su fortaleza, valentía y tesón, pero también por su dulzura.
Ryan es un joven que tiene los recuerdos muy vívidos, él sí que sabe lo que le une a Mel, pero quiere que lo descubra por sí misma. Me ha parecido encantador, simpático, amigo de sus amigos y cariñoso, vamos, todo un amor.
Como secundarios hay poquitos pero hay que destacar a Jack y Claire, compañeros y amigos de Ryan y que están en la excavación junto a él. ¿Tendrán su propia historia? Espero que sí.
Como siempre la pluma de la autora me encanta, es fresca, ágil, en esta ocasión le añade un punto de intriga y misterio, se nota que ha hecho un buen trabajo de documentación de un tema que parece ser que le gusta mucho, la arqueología y Egipto.
La narración es en primera persona desde el punto de vista de los dos protagonistas, alternando los capítulos.
Cruzaré la eternidad es una historia preciosa y romántica ambientada en Egipto, una historia fluida y adictiva que empiezas y no puedes dejar de leer, con una trama que nos transporta de la antigüedad al presente y unos personajes muy completos que se han ganado mi corazón y ya se han alojado en él.
En este caso, Donna nos lleva de Nueva York a Egipto de la mano de Ryan y Melanie, unos personajes, cuanto menos, encantadores.
La novela comienza en Alejandría en el año 30 a.C, con una historia que iremos conociendo poco a poco, y acto seguido nos traslada a Nueva York en la actualidad.
Melanie acaba de perder a su padre, un reconocido arqueólogo, y debe hacerse cargo de su hermana menor y continuar con una vida que, en principio, se le antoja difícil. Además últimamente los extraños sueños que le han acompañado desde hace años, se están haciendo más continuos, algo que la tiene preocupada. Pero una llamada de Ryan Foster cambiará su vida y la pondrá del revés.
Ryan ha trabajado junto a Donovan durante cinco años, conoce a Mel a través de él y sabe que es justo la persona a la que ha estado buscando toda su vida. Con la excusa de pedirle una documentación queda con ella, y la atracción entre los dos es inmediata, de hecho se sienten tan a gusto el uno con el otro como si se conocieran de toda la vida, pero Ryan tiene que volver a Egipto a seguir con su trabajo, aunque no piensa renunciar a volver a ver a Mel.
Cada novela que ha escrito Donna es diferente a las otras, sin embargo, todas tienen algo en común, además de unos personajes que te enamoran, y es que transmiten una dulzura y una serenidad que me encantan.
Melanie es una joven sencilla que, tras la muerte de su padre, está pasando uno de los peores momentos de su vida. Además sus sueños o pesadillas son muy reales y cada vez más frecuentes, algo que quizás le pueda aclarar Ryan, ya que acaba de encontrar entre las cosas de su padre algo que la relaciona con él. Así que decide marchar a Egipto tras el joven y descubrir que le está pasando.
Me ha gustado mucho por su fortaleza, valentía y tesón, pero también por su dulzura.
Ryan es un joven que tiene los recuerdos muy vívidos, él sí que sabe lo que le une a Mel, pero quiere que lo descubra por sí misma. Me ha parecido encantador, simpático, amigo de sus amigos y cariñoso, vamos, todo un amor.
Como secundarios hay poquitos pero hay que destacar a Jack y Claire, compañeros y amigos de Ryan y que están en la excavación junto a él. ¿Tendrán su propia historia? Espero que sí.
Como siempre la pluma de la autora me encanta, es fresca, ágil, en esta ocasión le añade un punto de intriga y misterio, se nota que ha hecho un buen trabajo de documentación de un tema que parece ser que le gusta mucho, la arqueología y Egipto.
La narración es en primera persona desde el punto de vista de los dos protagonistas, alternando los capítulos.
Cruzaré la eternidad es una historia preciosa y romántica ambientada en Egipto, una historia fluida y adictiva que empiezas y no puedes dejar de leer, con una trama que nos transporta de la antigüedad al presente y unos personajes muy completos que se han ganado mi corazón y ya se han alojado en él.