Ya he dicho en más de una ocasión que no suelo leer demasiada novela juvenil, pero quizás a causa de mi hija, me he aficionado un poco más a ella, y cuando éste libro cayó en mis manos por su "culpa", me decidí a leerlo. Y me ha gustado bastante más de lo que esperaba. Tengo que reconocer que al principio me aburría un poco, quizás porque es un poco lento en cuánto a la acción, pero una vez que todo empieza a aclararse, es cuando la acción empieza a tomar un poco de forma y los personajes salen a relucir.

Me han gustado algunos de los giros que da la autora en algunas de las tramas, sobre todo porque no me lo esperaba para nada y creo que ha sido algo muy acertado... Al igual que el gran papel que tienen algunos de los secundarios. Y qué decir de los protagonistas... Pues que los dos me han gustado. Abby es una chica que pasa por todos los estados, alegría, tristeza, euforia, miedo. Me ha gustado mucho ver su evolución.

Y Nathan me ha encantado, ese chico malo, que casi nadie se ha molestado en conocer de verdad... Me ha gustado mucho cómo lucha por lo que siente y cómo se da cuenta de que no puede luchar contra los sentimientos que tiene hacia Abby.

Un libro completo, donde encontramos acción, a venturas, malos, secundarios maravillosos, dos protagonistas de esos que gustan a la primera, pero sobre todo una preciosa historia de amor de esas que perduran a través del tiempo... Muy recomendable.

Abby es una chica de diecisiete años que ve como de pronto su vida cambia. Su madre muere en un accidente de coche en el que se ven envueltas ambas. Todo resulta muy extraño ya que Abby se salva de manera milagrosa.

Estando en el hospital recibe la visita de los asistentes sociales que la comunican que su padre, del que no ha recibido noticias jamás, será el que se ocupe de ella a partir de entonces. Se encuentra con un hombre misterioso, serio, atractivo, que le dice que jamás supo de su existencia pero que a partir de entonces nunca estaría sola.

En Lostwick, su nuevo hogar, empezó a integrarse lentamente. Se dio cuenta de que las cosas funcionaban de manera diferente en aquel lugar y ella era en cierto modo, la nueva atracción. Pero lo más intrigante de todo fue su encuentro con Nathan, un chico del instituto por el que sentía una atracción tan grande como aterradora. Pese a todo esto ella consiguió hacer una vida mas o menos normal de chica de instituto, con alguna que otra "clase extraescolar peculiar".

Pero pese a todo, se vio inmersa en un universo de magia, de familias antiguas, de tradiciones y profecías. De todo ello parecía ser el centro. Al mismo tiempo tenía unas pesadillas en las que se veía a sí misma en el cuerpo de una mujer que era quemada como bruja, que sufría persecución y que era entregada por el hombre que amaba. Sabía, en cierto modo que todo esto estaba relacionado con su vida y con la de Nathan. ¿Pero de qué modo y hasta qué punto?

Nathan y ella están destinados a amarse y odiarse. El padre de ella mató al padre de él, acusado de asesinar a muchos hombres de la comunidad. Desde ese día Nathan vivió un infierno. ¿Es una traición a su padre amar a Abby? ¿Están predestinados? ¿Qué significan esos sueños?

Este es un libro juvenil lleno de magia y amor, ritmo y acción.

Es el tercero que leo de la autora y me sigue conquistando. Creo que mejora con cada libro. Por supuesto no son obras profundas o trascendentales, pero están muy bien documentadas y escritas. Los personajes están muy bien reflejados y son muy completos, hasta tal punto que puedes entender sus sentimientos y hacen cercano algo que, en un principio, es paranormal. Nathan desde luego, hará las delicias de muchas lectoras.

Quizás cueste entrar un poco al principio, pero llega un momento en el que es difícil dejar el libro. Engancha fácilmente, la intriga está muy bien planteada y sabe enganchar al lector.

Tiene elementos clásicos de libros de terror, misterio y magia: cuervos, lobos, conjuros, pueblos rodeados de bosques brumosos, casas antiguas, llaves mágicas, vidas anteriores...pero la autora los ha usado de manera inteligente para componer una obra que, si bien no propone nada nuevo, aporta un rato de gran entretenimiento.

De vez en cuando viene bien este tipo de lecturas y espero María Martínez siga deleitándonos con ellas.

Mi valoración es, bueno muy, muy alto.