Detalle de la opinión
4.5 1 0.5Engancha desde el primer momento
Valoración
4.5
Hacía ya varios años que no leía nada nuevo de Lena, y no será porque no haya publicado libros. La verdad es que en el panorama actual hay tanta autora nueva y de calidad que no se da abasto para leer todo lo que una quisiera, y la he tenido un poco abandonada.
Ada, como bien pone la sinopsis, tiene veintinueve años, hace cinco que perdió a su familia y se trasladó a la casa que heredó de su abuela en Besalú, donde vive con su perro Bicho. Tiene una consulta de masajes que le va muy bien y lleva una vida tranquila y sencilla, además cuenta con su amiga Bea, que es como una hermana para ella.
Un buen día aparece en su consulta el inspector Ezequiel, un fabuloso espécimen con bastante malas pulgas, que la acusa de ilegalidades en su local y de la desaparición de Svetlana, una mujer rusa que trabajó en su consulta durante un tiempo.
Ada que la tuvo que echar pues hacía otras cosas aparte de masajes, no sabe nada de ella, pero no sabe como convencer al obstinado policía.
Pero Ada tiene un don, igual que tenía su abuela, ve a los muertos y le piden ayuda, y justo hay uno al lado de Eric, el inspector, y quiere que le ayude a través de este, lo complicado es como le muestra el camino a Eric sin parecer una loca.
Así Ada se verá envuelta sin quererlo en una investigación donde hay muertos, desaparecidos y muchas cosas más, pero también se verá involucrado su corazón, cuando conozca realmente a Eric.
He disfrutado muchísimo con esta historia, ya que tiene de todo un poco, sentido del humor, intriga, romance, pasión y unos personajes que me han enamorado completamente.
Ada es una joven con un corazón de oro y bastante inocente, no sabía que poseía ese don hasta que despertó de un coma, y hasta ahora aún no ha hecho nada con él. Pero su abuela le insta a que lo utilice, ayude a los caminantes y ella así lo hace, sin saber que se meterá en la boca del lobo en muchos sentidos. Cuando conoce a Eric, le cae fatal, pero cuando lo ve de la mano de un angelito de cuatro años, Ariel, se enamora rápidamente. La atracción entre ambos es instantánea, aunque él es algo cabezota y no quiere poner en riesgo su corazón.
Ada es un personaje adorable, que aunque parece poquita cosa y frágil, saca fuerzas y lucha por lo que quiere.
Eric se ha mudado a Girona para una investigación acompañado de su hija Ariel, es muy protector y cariñoso con ella, algo que resulta encantador en un hombre grande y duro como es él. Cuando conoce a Ada sin hache, la acusa de todo lo que puede, pero es que le hace perder la cordura.
Me ha encantado Eric, aunque en alguna ocasión le hubiera dado una buena colleja para que despabilara un poco.
Como secundarios hay que destacar a Bea, la amiga de Ada, que nos hace pasar buenísimos momentos con sus salidas, y que no me importaría que la autora se decidiera a hacer su propia historia, porque se la merece.
También la abuela tiene un papel muy importante en todo el descubrimiento de Ada, pero hay que destacar a Ariel, esa preciosidad, que nos hace babear por lo dulce y cariñosa que es.
No hace falta decir que la pluma de Lena siempre es espectacular, crea magia con sus historias y te introduce en ellas. Además nos hace sentir como que estamos en Besalú, ese maravilloso lugar. La historia tiene de todo para enganchar, suspense, amor, erotismo, y en esta ocasión está narrado en primera persona desde el punto de vista de Ada. La única pega que le pondría es que el final me ha parecido un tanto precipitado.
En cuerpo y almas: La mediadora es una historia que engancha desde el primer momento, que te hace reír, también soltar alguna lagrimilla y mantiene la tensión todo el tiempo. Con una trama de suspense que va dando giros, y unos personajes fuertes, carismáticos a los que casi es obligatorio querer.
Ada, como bien pone la sinopsis, tiene veintinueve años, hace cinco que perdió a su familia y se trasladó a la casa que heredó de su abuela en Besalú, donde vive con su perro Bicho. Tiene una consulta de masajes que le va muy bien y lleva una vida tranquila y sencilla, además cuenta con su amiga Bea, que es como una hermana para ella.
Un buen día aparece en su consulta el inspector Ezequiel, un fabuloso espécimen con bastante malas pulgas, que la acusa de ilegalidades en su local y de la desaparición de Svetlana, una mujer rusa que trabajó en su consulta durante un tiempo.
Ada que la tuvo que echar pues hacía otras cosas aparte de masajes, no sabe nada de ella, pero no sabe como convencer al obstinado policía.
Pero Ada tiene un don, igual que tenía su abuela, ve a los muertos y le piden ayuda, y justo hay uno al lado de Eric, el inspector, y quiere que le ayude a través de este, lo complicado es como le muestra el camino a Eric sin parecer una loca.
Así Ada se verá envuelta sin quererlo en una investigación donde hay muertos, desaparecidos y muchas cosas más, pero también se verá involucrado su corazón, cuando conozca realmente a Eric.
He disfrutado muchísimo con esta historia, ya que tiene de todo un poco, sentido del humor, intriga, romance, pasión y unos personajes que me han enamorado completamente.
Ada es una joven con un corazón de oro y bastante inocente, no sabía que poseía ese don hasta que despertó de un coma, y hasta ahora aún no ha hecho nada con él. Pero su abuela le insta a que lo utilice, ayude a los caminantes y ella así lo hace, sin saber que se meterá en la boca del lobo en muchos sentidos. Cuando conoce a Eric, le cae fatal, pero cuando lo ve de la mano de un angelito de cuatro años, Ariel, se enamora rápidamente. La atracción entre ambos es instantánea, aunque él es algo cabezota y no quiere poner en riesgo su corazón.
Ada es un personaje adorable, que aunque parece poquita cosa y frágil, saca fuerzas y lucha por lo que quiere.
Eric se ha mudado a Girona para una investigación acompañado de su hija Ariel, es muy protector y cariñoso con ella, algo que resulta encantador en un hombre grande y duro como es él. Cuando conoce a Ada sin hache, la acusa de todo lo que puede, pero es que le hace perder la cordura.
Me ha encantado Eric, aunque en alguna ocasión le hubiera dado una buena colleja para que despabilara un poco.
Como secundarios hay que destacar a Bea, la amiga de Ada, que nos hace pasar buenísimos momentos con sus salidas, y que no me importaría que la autora se decidiera a hacer su propia historia, porque se la merece.
También la abuela tiene un papel muy importante en todo el descubrimiento de Ada, pero hay que destacar a Ariel, esa preciosidad, que nos hace babear por lo dulce y cariñosa que es.
No hace falta decir que la pluma de Lena siempre es espectacular, crea magia con sus historias y te introduce en ellas. Además nos hace sentir como que estamos en Besalú, ese maravilloso lugar. La historia tiene de todo para enganchar, suspense, amor, erotismo, y en esta ocasión está narrado en primera persona desde el punto de vista de Ada. La única pega que le pondría es que el final me ha parecido un tanto precipitado.
En cuerpo y almas: La mediadora es una historia que engancha desde el primer momento, que te hace reír, también soltar alguna lagrimilla y mantiene la tensión todo el tiempo. Con una trama de suspense que va dando giros, y unos personajes fuertes, carismáticos a los que casi es obligatorio querer.