Luna de Tor es la historia de Isaac y Áurea, dos personas predestinadas a amarse. Cuando mueren los abuelos de Áurea, ésta recibe como herencia la casa dónde vivían sus abuelos en Tor, y decide (por motivos bastante razonables) mudarse allí a vivir. Necesita un cambio de aires, y que mejor sitio que aquel que trae a su mente tantos recuerdos felices. Allí “conoce” a Isaac, y desde el principio (literalmente) siente una fuerte atracción hacia él, algo que no entiende y que pretende disimular, pues parece ser que él se da cuenta de ello.

Entonces Isaac empieza a trabajar en la casa de Áurea para reformarla, y aquí empiezan a conocerse verdaderamente y darse cuenta de que lo suyo es un amor de lo que vencen obstáculos, es decir, de los que duran toda la vida. Claro que no todos los obstáculos son iguales, y menos cuando uno es un espíritu y sólo puede ofrecer media vida.

Cuando empecé a leer Luna de Tor, no estaba del todo convencida de que el tema espíritu me fuese a gustar. Es novedoso, al menos para mí, y es arriesgado, pero realmente me ha encantado cómo ha sabido la autora llevar y resolver el tema.

No quiero entrar en detalles porque imagino que aún habrá muchas chicas que no lo hayan leído, pero sí que quiero recalcar que la novela es una auténtica maravilla. La forma que tiene Mariam de describir el entorno que envuelve la historia, me ha encantado. Yo ya había estado en los Pirineos, pero es como si hubiese vuelto a ir. Además ambos protagonistas tienen una fuerza que los hace especiales, de los que no se olvidan, y encima la historia es preciosa. Yo particularmente la recomiendo porque se coge el ritmo desde el principio, y ya después es imposible de soltar. Es lo que a las lectoras de romántica nos gusta leer y releer.

Muy buena novela, original y muy bien escrita.

Despues de mucho tiempo de conocer a Mariam, de compartir momentos en los foros, me encontre con la alegria de que aquella a la que siempre seguia en sus criticas, publicaba un libro. Decir que estaba deseando tener el libro en mis manos es poco. Nada mas tenerlo, leerlo, fue dicho y hecho.

Acabo de leer la ultima linea y tras leerme todos los comentarios que se han hecho en el foro sobre el libro (no quise leer antes para no desvelarme ningun dato importante del libro); tengo que decir que Mariam escribe de forma impecable, con alma con pasion y transmitiendo a quien esta viajando por sus palabras, los olores, los colores y sobre todo el amor que transmite la historia.

Los personajes inmejorables. La protagonista podria ser cualquier mujer, cualquiera de las que leemos y nos encontramos aqui. Es una chica española, muy nuestra. De Isaac.. en fin yo digo como Mencia : Donde puedo encontrar uno!!!! Es un hombre de la cabeza a los pies, desde su aspecto (que quita el hipo) hasta su genio y su dulzura. Es practicamente perfecto.

Ademas de todo lo que se ha alabado del libro debo añadir que los personajes secundarios me han encantado. Desde los habitantes de Tor (Diana, Saul, Cora, Asier, Vera, el inspector Barros...) en fin todos y cada uno de ellos es importante para la historia.

Las leyendas, me han encantado. Me he sumergido en ellas, en los misterios que se cuentan en la historia y en los secretos que muchos de los personajes esconden.

Tambien me ha sorprendido y muy gratamente como Mariam describe los momentos mas intimos de los personajes. Como ha dicho Irdala, no os contare nada de la bañera o las ruinas... pero es que esas escenas hay que leerlas!!!!! Desde el primer encuentro que te hace subir la temperatura varias grados hasta la ultima. Mariam describe con elegancia, pasion y sensualidad estas escenas. Y como decia de Isaac.... yo tambien quiero vivirlas asi!!!!!

Si despues de todo lo que he comentado no lo adivinais, pues lo digo claramente. ADORO ESTA NOVELA, y desde luego Mariam se ha convertido en una de mis escritoras favoritas. Ojala y la proxima no tarde mucho en estar entre mis manos para disfrutar leyendola.

Luna de Tor es una novela de la que me resulta complicado expresar en este comentario todas y cada una de las emociones que me ha transmitido. Zeta Bolsillo ha apostado por autoras españolas como Nieves Hidalgo, por lo que para mí es una gran satisfacción que hayan apostado por una autora novel como es Mariam Agudo.
Muchas lectoras la conocerán por su faceta de comentarista, ya que aquellas de nosotras que nos movemos por los foros hemos leído sus críticas y comentarios sobre aquellas novelas que en un momento u otro nos han hecho suspirar. La primera vez que leí una de sus críticas pensé que Mariam poseía una forma de narrar muy distinta a las demás no sólo era  correcta desde el punto vista más formal, es decir, gramaticalmente hablando sino que a través de sus palabras te imbuía en el argumento de la novela que estaba comentando dándote ganas de leerla. De ahí que cuando leí el manuscrito de su novela por primera vez pensé que estaba ante el nacimiento de una escritora con mayúsculas con un gran futuro.

La elegancia es un adjetivo que muchos de nosotros, los lectores identificamos con otras parcelas de la vida. Sin embargo, es un adjetivo que también asocio a la narrativa. Todas las escritoras poseen un estilo único y creo que el de Mariam se caracteriza por su elegancia a la hora de narrar.
La elegancia para describir paisajes, sentimientos, emociones que nos transportan  a un tiempo distinto al nuestro, a un lugar mágico donde las emociones se palpan a cada paso que das, que te capturan, que te embargan el corazón, la mente y es imposible ignorarlas. También creo que hay otro elemento que caracteriza esta obra es su aparente facilidad para dotar a “Luna de Tor” de elementos propios del realismo mágico.
Realismo mágico por que en esta novela vemos los elementos fantásticos como elementos cotidianos; esta característica se ve acrecentada por la tremenda belleza y fluidez de su narrativa tanto que es poesía para nuestros oídos.

Ser una gran devoradora de libros implica leer de todo pero también ser extremadamente exigente con lo que cae en mis manos. Normalmente si un libro no me gusta lo dejo sin terminar. Sin embargo cuando un libro me gusta lo releo sin parar y nunca es suficiente por que llegar al final implica dejar de sentir las emociones que ese libro  me ha transmitido. A veces es difícil terminar y abandonar un libro sobre todo cuando a pesar del número de páginas que sean ninguna de ellas es suficiente.
Esto es exactamente lo que me ha sucedido con esta novela. La novela transcurre en los idílicos paisajes del pirineo, un lugar que es proclive a proporcionar historias de diverso tipo. En este caso los pirineos son el paisaje de fondo para una historia mágica donde una joven a quien la vida le ha hecho conocer la pérdida de dos personas muy queridas, sus abuelos va a conocer en Tor a alguien a quien no estará dispuesta a perder, no sin luchar.

Áurea es una joven ilustradora de libros de fantasía, y nada ni nadie la había preparado para ilustrar su propia historia de fantasía. Lo que más me llamó la atención de su personaje fue su profesión, la ilustración. Soy admiradora de todas aquellas ilustraciones que en los libros nos permiten visualizar mundos que el común de los mortales ni si quiera podemos imaginar. Otro de los elementos o facetas del personaje que más me llamaron la atención fue la entereza con la que asume el hecho de que el hombre al que ama está envuelto en misterio, y que su vida está rodeada de mitos, sortilegios.
Entereza porque a pesar de los inconvenientes que este hecho produce en su relación, nunca se rinde, no puede hacerlo. Luchar por algo o alguien que se quiere, es algo difícil de realizar y para lo que se requiere un gran valor.

Isaac el protagonista masculino, es un hombre envuelto en un misterio que se desgrana a lo largo de la novela. Es un joven marcado por su pasado, que hace mucho tiempo que decidió que no podía luchar contra él. Vive por y para Tor, cree que no hay mucho más por lo que vivir ni por lo que luchar hasta que conoce a Áurea. Áurea despierta en él, pasión, ternura, deseo de protección.  Ha vivido su existencia en soledad, pero a pesar de que no se cree con derecho a merecerla no puede evitar sentir una pasión arrolladora que les arrastrará a ambos a un inevitable  desenlace.
Ambos son almas nobles, pero es Áurea la que tiene la determinación de luchar por un futuro juntos, la que abre la mente de Isaac ante el hecho de que vale la pena luchar por un futuro completo y no uno a medias.
Quizás la escena que más me ha impactado de esta novela es la que expresa el amor con mayúsculas:

-Sólo quiero estar contigo, Isaac -susurró casi en una súplica.        
-Aunque sólo pueda ofrecerte media vida? -espetó rudamente.
- Sí, maldita sea. Prefiero pasar media vida a tu lado que una completa sin ti. ¿Es que no lo entiendes?

Gabriel es el tercer personaje en discordia. Algo que me gusta muchísimo de este personaje es que no es un personaje simplemente malo y ya está. Al igual que Isaac posee cierta dualidad. Podemos ver que Gabriel es otro protagonista de la novela y lo es por su propio peso. Al igual que Isaac es un personaje torturado que ha dejado que su alma y su corazón mueran sin presentar batalla sin buscar razones ni explicaciones. Solo odia, pero cuidado no odia sin motivo.

No quiero decir mucho más de la novela, ni desvelar más de la historia. Creo que la historia de Aurea e Isaac pero no deja de ser una historia de amor universal. Aurea nos muestra a través de sus ojos el mágico mundo de Tor, sus gentes, su paisaje transportándonos a un mundo con el que podemos soñar. Es sin duda una novela de gran calidad sobre todo por su prosa, por su fluidez narrativa, por los personajes poliédricos, pero sobre todo porque es una historia de amor asombroso, extraordinario y de gran belleza.

De todo corazón espero y deseo que sea la primera novela de las muchas que podamos disfrutar de otra novela llenas de sentimiento, pasión y magia como esta. Espero no tener que esperar mucho tiempo para leer la siguiente creación de Mariam Agudo.

Lo que más me ha llamado la atención de la novela es la atmósfera que la autora logra crear. Desde el primer momento el lector se ve inmerso en un mundo de leyendas y misterio, de magia y espíritus, todo ello acentuado por el paisaje de los Pirineos. Las descripciones son tan reales que parece que estás ahí respirando el aire helado de las montañas, siendo testigo de los cambios de luz, y observando hermosos amaneceres y puestas de sol.

Para mi el gran protagonista de esta historia es Tor y sus paisajes misteriosos y evocadores. Creo que una historia como la de Isaac y Áurea no podría haberse desarrollado en otro lugar. Tor está tan presente que es casi como un personaje más. Sin el aura de misterio de sus calles y de sus habitantes uno no se creería que puede haber fantasmas pululando por ahí o muertos que se resisten a abandonar el mundo de los vivos.

Los personajes principales están muy bien definidos. Isaac es un hombre atormentado, que se ha resignado a su suerte. Es fuerte pero capaz de sentir dolor y de sufrir, no es el mister perfecto que una acostumbra a leer en algunas novelas románticas, algo que se agradece. Áurea es su complemento, tiene la decisión y el valor que le faltan a Isaac y, a pesar de verse superada por las circunstancias en un principio, nunca perderá la esperanza.

Los personajes secundarios contribuyen a la historia con pinceladas de misterio, de intriga y de humor en muchos casos.

El final es muy bonito y romántico, con un desenlace en el que la luna de Tor tendrá mucho que decir. Ésta es una de las cosas que más me han gustado del libro, cómo los elementos de la naturaleza interactuan con los personajes, ayudándoles en su búsqueda de la felicidad, acompañándoles en sus momentos de tristeza y alegría.

Creo que Luna de Tor es una bonita novela, muy bien escrita, diferente y original. La autora, además, muestra un estilo propio, sin querer parecerse a nadie, alejándose de las autoras románticas anglosajonas a las que tanto estamos acostumbradas. En mi opinión, Mariam Agudo es una autora muy interesante y con gran proyección.

Está claro que la oferta de novelas románticas creadas  por autoras de habla hispana va en alza. Siento una enorme satisfacción al poder decir, que el caso que nos ocupa, es un ejemplo claro de cómo calidad y sentimiento no es patrimonio exclusivo de las escritoras anglosajonas.   

Somos muchas las que conocíamos a Mariam Agudo como comentarista, ¿quién, de las que nos movemos por este alucinante mundo de internet,  no ha leído alguna de sus críticas?  Sin embargo, escribir una novela es algo más que unir palabras de forma que construyan un texto coherente. En el trabajo de creación, la mente despierta, ortografía y gramática sirven de poco si el autor no tiene “alma”. Pues bien, aun conociendo el saber hacer de Mariam Agudo, reconozco que su primera novela me ha sorprendido… y fascinado. 

¿Cómo puede alguien escribir de forma tan sublime? ¿Cómo consigue que veas, huelas y sientas? ¿Cómo dibuja y colorea a través de las palabras? Dios mío, ¿cómo? ¿Cómo  ha conseguido imprimir en mi mente la hermosa melodía que acompaña la lectura de esta obra? Sinceramente, no lo sé. Pero ahí está.

Luna de Tor es una historia de apariencia sencilla, envuelta  con un velo de leyenda. La base argumental  nos habla de aquí y ahora, y cierto es que el compás, la ambientación y los personajes nos resultan cercanos. Tor encierra un pequeño mundo tan sencillo y cotidiano, como el que podemos hallar en cualquier aldea.  Sin embargo, nada es como parece.

Durante el día latimos con el corazón de Aurea…

Con ella nos atamos a la realidad, a la tierra, al hoy.

Dinámica y decidida, Aurea llega a Tor cargada con los dulces recuerdos de una infancia feliz junto a sus abuelos y la necesidad vital de dar un giro a su existencia. La cicatriz de una traición, que  aún está por cerrar, le lleva a emprender ese viaje con el fin de  recuperar su seguridad. 

Aurea es el hilo conductor de esta historia, una chica como cualquiera de nosotras que se enfrenta a una nueva vida, lejos de aquellos que la quieren  pero también de los que nunca se merecieron su amor. Sus dudas, reflexiones y reacciones se harán nuestras. Serán sus ojos los que nos permitan ir conociendo al resto de los personajes que componen esta obra y el maravilloso entorno que la rodea.

Durante la noche la luna brilla en Tor…

Y con ella viajamos al mundo de los sueños de la mano de Issac. Él es sombra, condena, dolor y esperanza. Él es pasión por la vida, aunque le esté negada parcialmente; cuerpo y espíritu; deseo, ternura y miedo. Un hombre y dos almas que luchan.  Un misterio, que encierra una dualidad difícil de resolver, encerrado en un cuerpo atractivo hasta el jadeo. 

Con él nos adentramos en  un universo cargado de sombras, mitos y sortilegios. Él encarna las emociones en estado puro. Sus anhelos, la fuerza de su espíritu, su sufrimiento y  pasión, han conseguido emocionarme profundamente.

No quiero desvelar la trama de intriga y mucho menos su resolución. Es adictiva como pocas, original, y está narrada de tal forma que es imposible soltar el libro. No se merece la traición de descubrirla.

Pero sí que me gustaría comentar un tema que a muchas nos preocupa y que algunas consideran una asignatura pendiente en las autoras españolas: la pasión.

Pues bien,  esta novela demuestra que la sangre de nuestros hombres late con un poderío arrollador. La atracción entre los protagonistas me ha mantenido en vilo desde su primer encuentro (¡Madre mía, qué escena!) Pero hacía falta saber si el desenlace de esa fascinación sabría estar a su altura, y no sólo lo estuvo, si no que sobrepasó todas mis expectativas. Hay tensión,  deseo, anticipación; sexualidad y sentimiento. La autora ha sabido narrar con una elegante sensualidad cada uno de sus encuentros sin perder por ello un ápice de fuerza. Isaac es un hombre de la cabeza a los pies,  y su forma de amar es tan humana y divina como la que podamos vivir en nuestros sueños más íntimos. (Por favor que alguien me diga dónde me puedo comprar uno igual)

Con un estilo sencillo en la narración y maravilloso en la descripción, esta autora nos ha entregado una obra con la que poder viajar a un mundo mágico, sin dejar de sentir bajo nuestros pies la bella tierra en que nacimos. Aurea  e Isaac forman parte de nosotros y sin embargo su historia de amor es universal.

Cuando una novela me gusta, al volver la última de sus páginas,  me quedo unos instantes  reviviendo los sentimientos que me ha transmitido, intentando grabarlos para siempre, de alguna forma, en mi memoria.

Luna de Tor es una melodía en letra impresa. Donde el sentimiento es palabra y la palabra es el latido de una vida.

Nunca hubiera podido imaginar lo que se encerraba entre sus páginas, y no veo el momento de poder hacerme con otra obra de esta autora. A ver si tengo suerte y el tiempo de espera es cortito.