Nuevo libro de Kresley Cole, una autora que me encanta y de lo que no soy muy imparcial, sobre todo con esta serie que me tiene enganchadísima desde el primer libro.

En este nuevo libro le toca el turno a la historia de Regin la Radiante y Aidan el fiero, una relación de la que ya pudimos ver pinceladas en el anterior libro de la serie y que ahora conocemos desde el principio.

Regin es una valquiria con la peculiaridad de que su piel resplandece , de ahí su sobrenombre "la Radiante". Conoce al berserker Aidan el Fiero siendo pequeña y él la reconoce al instante como su pareja y su futura mujer. Aidan es un guerrero que busca la inmortalidad ganando batallas para el padre de Regin, el dios Woden, dentro de él anida una bestia que lo hace ser un guerrero poderoso, y en cuanto la pequeña Regin se cruza en su camino la reconoce como su pareja para la eternidad, aunque todavía no es inmortal, con el paso de os años terminan juntos como debe ser, pero Aidan es asesinado por los vampiros y antes de morir jura que volverá a por su mujer.

Mil años después Aidan se ha reencarnado unas cuantas veces, pero una maldición lo sigue en cada una de sus vidas, cada vez que encuentra a Regin y recuerda su pasado juntos, él muere.

Ahora, en la actualidad, Aidan es Declan Chase, al que en libros anteriores pudimos conocer como el comandante al mando del complejo aislado donde capturan y torturan a inmortales para estudiarlos y terminar con ellos. Declan es un hombre que odia a todos los inmortales, no tiene compasión con ellos ya sean de la raza que sean, viejos, jóvenes o niños. Tiene un pasado duro y lleno de pesadillas que lo atormentan, ha aprendido a no sentir nada por nadie su única misión en la vida es terminar con cuanto inmortal se le ponga por delante, hasta que le ordenan capturar a la valquiria que resplandece.

Regin es una de las valquirias más alegres, parlanchinas y juerguistas que hay, famosa por su resplandeciente piel y porque siempre está al lado de su hermana Lucía, su favorita. Aunque le sigue siendo fiel a su berserker, está más que decidida a no volver a encontrárselo, quiere que por una vez Aidan tenga una vida plena y completa sin que la recuerde, porque tan pronto lo hace, muere. Pero pese a sus esfuerzos por no encontrarlo, no puede hacer nada cuando éste la captura y la encierra en la isla de la Orden junto a más miembros de la Tradición. Cuando Regin se da cuenta de que Declan es uno de los mandos de todo aquella carnicería, se esfuerza porque intente recordarla, pero éste no es nada fácil de convencer.

Aunque Declan lleva una vida infernal tanto por su tormentoso pasado como porque lleva toda la vida sintiendo que no es una persona normal, con la sensación de que le falta "algo" y pensando que se vuelve loco, siente un profundo odio ante todas las criaturas inmortales y disfruta acabando con ellas, pero desde que Regin entra en su vida, todo su mundo se pone patas arriba, la valquiria lo vuelve loco y lo descoloca hasta el punto de no saber ya que es real y que no.

Las cosas se complican mucho cuando Declan empieza a sospechar que lo que Regin cuenta no es mentira .

Un libro que engancha desde las primeras páginas, que sigue en la línea de los anteriores pero con escenas un poco más dura, que a mi personalmente me dejaron mal cuerpo, pero que a pesar de eso, he disfrutado de principio a fin, tanto por la historia de los protagonistas, como por los secundarios que siempre te dejan con ganas de más e impaciente por el siguiente libro de la serie.

Muy bueno.