Una de las novelas que esperaba con ganas este año era Almas de Acero.

Desde que conocí a Dominic, el protagonista, en la primera novela de la serie Corazones de acero, en la que aparece como secundario me enamoró. Creo que tanto yo, como todas las lectoras de la serie, sentimos algo especial por él y su historia, necesitábamos saber más de él y sus secretos, ya que fue un personaje con bastante peso. Por lo que agradezco a la autora que decidiera deleitarnos, una vez más, contándonos su historia. Y qué historia...

Dominic Lomazzi es Carabineri, y lleva años trabajando en la Interpol infiltrándose en los casos más peligrosos sobre la trata de blanca, secuestros, mafias... todo para encontrar a su hermana desaparecida hace 14 años. Cuando ya le quedan pocas esperanzas de encontrarla, se cruza en su camino Genevieve Martorelli.

Eve es una profesora de literatura, aficionada a la lucha Muay thai, que se siente desesperada por la desaparición de su hermano en Tailandia, donde ha viajado a practicar la misma arte marcial.

Dominic cree tener una pista de su hermana a través de este caso. Por lo que no duda en embarcarse al exótico país para investigar lo sucedido. Junto con Eve.

Eve es una mujer fuerte y luchadora que no permitirá que aquel hombre tan prepotente la deje a un lado en la búsqueda de su hermano. Por lo que ambos se verán envueltos en un peligroso caso donde la mafia Japonesa, La Yakuza, son su principal objetivo.

Pero no sólo tendrán que enfrentarse a dichos peligros, entre ellos surge una atracción más allá de la razón, rodeados de enfrentamientos, luchas de voluntades y miedos que superar...

La tercera entrega de la serie Hombres de acero, nos adentra en un mundo sórdido y por desgracia real, que en la línea de las novelas anteriores nos cuenta historias intrépidas e inolvidables, con unos protagonistas fuertes y atrevidos. Personajes que te roban el corazón y se meten en él sin poder remediarlo.

La sencillez y solidez de la pluma de María José Tirado siempre consigue involucrarme totalmente en la trama y hacer que la viva con intensidad. Y es que en mi opinión pienso que la autora tiene un don especial para escribir historias duras e intensas, a la vez que tiernas y tremendamente sensibles.

Se nota que detrás de la novela hay un arduo trabajo de investigación, pues cada detalle está contando con total realismo.

Con cada novela admiro más a la autora. Solo puedo añadir que estoy deseando descubrir con qué nos sorprende en su próxima aventura.