Corazones de acero es una novela romántica actual, un thriller romántico con unos toques muy divertidos que te hacen soltar más de una carcajada mientras lees. Pero a la vez es tan trepidante que te mantiene en vilo hasta el final. Tiene contrastes muy drásticos, porque pasas por muchos estados de ánimo a medida que vas leyendo: sorpresa por los giros inesperados; y diversión, sobre todo por parte de Berta, la mejor amiga de Julia, que tiene un sentido del humor que te hace soltar unas cuantas risas.

Las escenas de amor entre Austin y Julia son impactantes, muy subidas de tono, con un sexo explosivo, pero con clase.

Eso sí, lo he pasado fatal viendo el sufrimiento y la crueldad de la banda de criminales y lo que hacían con las mujeres y las niñas que secuestraban, pero a la vez no podía dejar de leer porque estaba completamente atrapada por la historia.

También hay emoción y ternura. Candela… esta niña pequeña le da el toque dulce a una novela plagada de matices. En momentos muy duros y cruciales de la trama, Candela conseguía sacarme una sonrisa de cariño y me ponía un nudo en la garganta por la emoción. Para mí es el mejor personaje secundario del libro. Se me pone la piel de gallina al recordar las sensaciones tan bonitas de algunos pasajes.

La historia está impecablemente escrita, con un lenguaje sencillo y cercano. Combina de manera perfecta los diálogos con la narración, de forma que nos introduce descripciones sin que resulten pesadas, porque cada poco tiempo lo mezcla con los diálogos.

Esta novela es muy diferente a las dos anteriores novelas de la autora. No se parece en nada a Mangaka, ni a Perderme en ti, pero a la vez tiene un poquito de ambas.

Creo que es una historia muy novedosa en el panorama de la novela romántica en España. Hasta el momento ninguna autora se había atrevido con un thriller de estas características, al más puro estilo de Pamela Clare o Suzanne Brockmann (SEALS y militares americanos).

La trama engancha desde el principio y los personajes secundarios son muchos, y cada uno aporta un ingrediente distinto a la novela, por eso está llena de contrastes. Berta, la amiga de Julia, aporta diversión; Candela la dulzura, es mi personaje preferido… esta niña me ha robado el corazón; los compañeros SEALS de Austin son geniales también y me han dejado con unas ganas locas de leer sus propias novelas.

El protagonista masculino, Austin, es una mezcla entre Eric (Mangaka) y Hans (Perderme en ti). Austin tiene lo mejor de cada uno de los anteriores personajes de María José Tirado, pero es muy diferente de los dos… no sé muy bien cómo explicarlo. Es un duro militar, pero tiene un corazón tierno y cae completamente enamorado de Julia a las primeras de cambio. Es un hombre que sufre, siente, se enfada, no teme dejarse llevar, no huye de enamorarse… es perfecto sin ser perfecto.

Julia es bastante similar a las otras protagonistas de los libros de María José. Creo que ella suele dotarles de una personalidad muy similar a todas sus protagonistas femeninas, no por ello deja de ser interesante, al contrario, creo que es una característica de la autora. Son mujeres muy de hoy en día, con las que cualquier lectora nos podemos identificar.

Las escenas de sexo son muy subiditas de tono sin llegar a resultar soeces. Muy eróticas, pero con clase.

En resumidas cuentas, Corazones de acero me parece una novela maravillosa que me ha encantado leer y que estoy segura que releeré en más de una ocasión. María José Tirado es una de mis autoras favoritas y con este libro me reafirmo en ello aún más.