Nunca me he alegrado tanto de seguir mi intuición, al leer la sinopsis, como con esta historia. Me llegaron opiniones que no era demasiado bueno y estuve a punto de no hacerme con él. Hubiese cometido un error, porque me ha encantado.

La novela, se desarrolla en un mundo marinero y de buceo de alta competición. Son tres los personajes principales, los dos protagonistas Callie y Chase y, el hermano de la primera, que aunque es un personaje secundario, tiene un papel predominante en la historia.

Todo gira en torno a unos diamantes que se encuentran en un barco hundido. La trama está muy bien construida con mucho suspense e intriga y su desarrollo va siguiendo unos hilos que hacen que se lea, casi, sin parar. A mí me ha enganchado, prácticamente desde el principio.

Como leemos en la sinopsis, los dos protagonistas, tienen sus demonios particulares y que les hace sufrir en su vida diaria, pero, al unirse para solucionar el problema que se le plantea a Jeff (hermano de Callie), una primera atracción surgida entre ellos, se va incrementando progresivamente, hasta alcanzar un sentimiento, que los dos, tratan de evitar, pero que, la incertidumbre que se les plantea en la resolución de dicho problema, termina por arrollarlos completamente en una pasión incontrolable e irresistible.

Ahora, falta saber si van a salir indemnes de esto y si, será más importante el amor que sienten o los demonios que los atormentan.

Me ha gustado mucho cómo se desarrolla todo. Con buena prosa y una intriga que se va desvelando, poco a poco y, que pese a intuir mientras lees, no tienes la certeza del final, hasta que llegas a las últimas páginas. Su lectura, se hace adictiva.

Ya me he convencido totalmente de que, muchas veces, tienes que seguir tu instinto, ya que, hay muchos gustos diferentes y puede que quien haya leído un libro, no sea precisamente alguien con tu forma de ver las cosas.

Yo, desde luego, lo recomiendo.