Tengo que confesar que no me apetecía mucho leerme este libro, porque la sinopsis no me atraía demasiado. Sin embargo, ha sido un acierto, es un libro bastante entretenido de suspense romántico, muy bien escrito.

La historia comienza cuando hieren gravemente a un importante empresario llamado Carson Brooks. Le disparan por la espalda, a traición y él no puede ver quién es su atacante. Al ver la gravedad de la herida, Carson le confiesa a su abogado que puede ser que tenga un hijo secreto y quiere que lo encuentre porque quiere conocerlo antes de morir.

Dylan es el abogado de Carson, pero además de ser su abogado, es como un hijo para él y Dylan lo adora a su vez, lo considera más como un padre que como un jefe. Carson lo ayudó cuando tan solo era un chaval que se había dado a la mala vida y siempre estaba metido en problemas. Carson lo sacó de ese mundo y le dio un empleo, a cambio solo le pidió que estudiara y dejara las calles para crearse un buen futuro. Fue así como poco a poco, Dylan llegó a convertirse en la mano derecha de Carson.

Los acontecimientos toman un giro inesperado cuando la policía empieza a sospechar que Dylan fue quien disparó a su jefe. Y todavía se pone todo más negro, cuando el médico le dice a Dylan que los riñones de Carson están fallando y que va a necesitar un transplante. Para Dylan, ahora mismo, lo más importante es cumplir lo que Carson le ha pedido y encontrar a su hijo, como también, intentar encontrar un donante compatible para su amigo.

Y lo encuentra... o más bien, la encuentra.

Sabrina es una mujer independiente, culta e inteligente que ha llegado muy lejos y ha creado su propia empresa, la cual dirige con un éxito asombroso. Es una adicta al trabajo que no tiene tiempo para salir con hombres ni para divertirse.

Su mundo se derrumba por completo el día en que aparece en su vida Dylan, quien le desvela en un mismo día que su padre es uno de los más importantes hombres del país que se está debatiendo entre la vida y la muerte en esos momentos, y ella puede ser determinante en su recuperación donándole uno de sus riñones.

Sabrina mantiene una dura lucha interior, pero al final accede a conocer a su padre, y después de conocerlo ya pensará si se hace las pruebas para ver si es una posible donante o no.

Todo se va complicando cuando aparece entre Dylan y ella una poderosa atracción y admiración mutua. Nace una bonita relación, a la cual, ninguno de los dos quiere poner nombre, pero que se va fortaleciendo y volviéndose cada vez más seria a medida que pasan tiempo juntos.

¿Quién será el que intentó asesinar a Carson? ¿Necesitará finalmente Carson un transplante de riñón? ¿Podrán vencer todos los obstáculos y seguir juntos Dylan y Sabrina?

A mi el libro me ha resultado muy entretenido. Buena trama, suspense, una preciosa historia de padres e hijas y una bonita y sencilla relación entre Dylan y Sabrina. No es la típica novela en la que los protagonistas tienen muchos traumas y le dan mil vueltas a la idea de estar juntos. Sabrina y Dylan se enamoran y saben lo que quieren, en ese aspecto no hay complicaciones. Cuando por fin se dejan lleva por la pasión, se producen escenas muy bonitas entre ellos, que hacen que se te acelere el pulso.

Si te gustan las novelas actuales mezcladas con suspense, la lectura de este libro te hará pasar un buen rato.

No se quedará en mi memoria como uno de los mejores libros que he leído, pero al menos me ha entretenido. Para mí es un libro para pasar un buen rato y nada más.