Ya tenía ganas de que publicaran nueva historia de la señora Roberts, al menos una vez al año apetece leer algo de ella, y luego te queda ese mono de personajes, porque si algo hace bien la autora, es crear unos personajes a los que te enganchas desde el primer momento.

La historia comienza unos veinte años atrás, cuando tenemos a un Zane de catorce formando parte de una familia idílica, al menos aparentemente. Por que detrás de las puertas de la casa de Los Bigelow hay dos verdaderos monstruos.
Graham Bigelow es el jefe de cirugía del hospital local, un hombre recto y ejemplar, su esposa Eliza es el florero perfecto, una mujer que ha de estar guapa y preparada para cuando llegue su marido a casa. Hay dos hijos, Zane de catorce años, una joven promesa del béisbol que aspira a una beca deportiva para cumplir sus sueños, y la pequeña Britt de doce años.
Aparentemente todo es perfecto en esa familia, lo que no sabe nadie es que puertas adentro nada es lo que parece, Graham Bigelow es un maltratador abusivo y su perfecta esposa lo secunda.

Así pues las primeras cien páginas del libro son bastante espeluznantes, ya que vamos a presenciar como es la vida de Zane y de Britt durante dos duros y amargos años.

En la actualidad, Zane se ha convertido en un buen abogado, ha estado trabajando como ayudante del fiscal durante años, pero ya es hora de volver a casa con los suyos, con Britt y su tía Emily que ha sido como una madre para él.

Darby es una joven paisajista, hace poco falleció su madre y ahora toca empezar de nuevo, se ha fijado en Lakeview que parece tranquilo y acogedor, y decide probar allí a ver si encaja .
Darby alquila un bungalow de los que tiene Emily, y pronto empieza a hacer planes para arreglar el jardín, llega a un acuerdo con su propietaria y así puede iniciar de nuevo su negocio.
La joven se hace enseguida un hueco en la ciudad, todos la aprecian, empieza a gustar su trabajo y se siente bien y acomodada, además acaba de llegar Zane, que no le disgusta nada.

Darby y Zane empiezan una relación laboral, él se convierte en su abogado, ella está arreglando la fabulosa casa que se ha comprado Zane, y poco a poco los dos se van sintiendo atraídos, pero los dos tienen un pasado difícil que aunque quieren olvidar, no tardará en hacer aparición y convertirse en presente.

Me ha gustado mucho esta historia y no voy a decir que sea de las mejores de la autora, simplemente es que los personajes y la trama de fondo me han llegado muy bien. También es verdad que la poca parte de suspense que hay es bastante predecible, pero aún así es una historia que he disfrutado mucho.

En cuanto a los personajes como ya he comentado me han encantado todos (menos los malos).

Darby es una mujer que ha tenido recientemente una muy mala experiencia, pero sigue adelante con fortaleza y valentía. Adora su trabajo, al que dedica mucho tiempo, y se hace querer por su carácter amable y abierto. Cuando conoce a Zane lo que menos piensa es en una relación estable con él, pasar el rato juntos ya está bien para ella, pero poco a poco el joven le va robando el corazón y trastoca todos sus planes.

Zane me ha encantado, a pesar de todo lo malo que ha vivido, siempre es positivo, ha avanzado a fuerza de voluntad y de una familia maravillosa que lo ha apoyado desde hace muchos años.

Me ha gustado su relación con Darby, pero también con Britt a la que ha protegido toda su vida, incluso siendo solamente un adolescente.

Secundarios aparecen muchos y todos valen la pena, Britt esa joven que se ha convertido en terapeuta para ayudar gente que como ellos lo pasaron mal, Emily una mujer que se hizo cargo de sus sobrinos y los ha querido como ha sus propios hijos, Keller el policía que los ayudó en su día y que ahora forma parte de esa familia completa y feliz. Aparecen muchos otros, trabajadores y amigos, que también son importantes en la trama, y desde luego una buena cantidad de personajes a los que odias profundamente.

Como única pega diría que es la parte en que la autora nos machaca con tanto detalle de una profesión, como es el caso de la jardinería y el paisajismo, pero aun así no ha impedido que hasta se me hiciera corta la historia.

Todo lo que no ves es una novela que atrapa de principio a fin, con una trama muy completa que combina la intriga y suspense con el romance, una excelente ambientación y unos personajes muy elaborados que convencen desde el primer momento.